El aroma de la dictadura se deja sentir en le país, ese tufo que sale de las alcantarillas de las autocracias, que luego
devienen en totalitarismos disfrazados de democracia.
Desde Palacio Nacional se alienta la descomposición jurídica, la división social la venganza y el chantaje como moneda de cambio.
Hemos vuelto a la época del virreinato, es la voluntad de un solo hombre, las leyes no se hicieron para él, lo único que importa es la obediencia ciega y punto.
Andrés Manuel, el señor del Palacio, no quiere contrapesos, no desea ser criticado, para el presidente López, el camino de la Patria es él y punto.
El presidente López Obrador decide quien es corrupto o quien no lo es, ataca a sus adversarios con toda clase de epítetos, ofensas y calumnias.
El señor desde su tribuna mañanera, descalifica, miente y provoca el odio entre mexicanos, es un perverso, un vulgar ambicioso.
La política económica, avanza sujeta con alfileres, quien gobierne a partir del 2024, le espera un camino de deudas, falta de liquidez, programas sociales incosteables y mucho más.
En lo social el riesgo de la violencia es más que palpable, el crimen organizado cobrara facturas al apoyo en la campaña gane o pierda el oficialismo.
Los gobernadores emanados del partido en el poder sufrirán conflictos internos, adversidades por la falta de apoyos federales.
Quien llegue al gobierno lo hará con un caudal de compromisos derivados de una larga, muy larga campaña, desgastados moral, físicamente y en lo económico.
Quien se haga de la presidencia, tendrá lo suficiente para subsistir por un periodo muy corto, las arcas nacionales mostraran la realidad, los verdaderos “otros datos”.
En lo que ha leyes se refiere, habrá que tejer fino para recomponer la relación con todos los partidos, con todos los sectores de la población.
Tendrá que haber un respeto irrestricto a las leyes, otro sexenio sin leyes ya no lo aguanta la ciudadanía mexicana, habrá que borrar todo vestigio autocrático.
Andrés Manuel López Obrador, ha sido el presidente más centralista desde la presidencia de López de Santa Anna.
El ciudadano que habita arbitrariamente nuestro Palacio Nacional, tiene varios partidos a su disposición, a saber, el fatídico Partido Verde Ecologista de México, (PVEM), el inefable Partido del Trabajo, (PT), y el cirquero Movimiento Ciudadano, (MC).
Morena, el Verde y el PT, postulan a Claudia Sheinbaum y obtienen lugares en el Senado y Diputados locales y federales, que ya en las cámaras, se vuelven un revoltillo de lodo y otros materiales en descomposición.
Todos bajo la batuta del líder y guía, alma electoral, coordinador de campaña, presidente constitucional, senador y diputado, autoridad electoral y santo de su devoción.
La luz divina emanada de palacio, tiene un problema no todos los electores creen en sus virtudes celestiales, osados ciudadanos que tiene otra opción.
Bertha Xóchitl Gálvez Ruíz, candidata de las fuerzas oscuras que se opones solo porque sí ala santo varón del palacio que antes era un museo.
Del lado oscuro el Partido Revolucionario Institucional, (PRI), ese vejestorio, ruin y mentecato; el Partido Acción Nacional, (PAN), el ruinoso partido de los conservas que se lavan la cara en agua bendita; y el Partido de la Revolución Democrática, (PRD), lo que queda del sol azteca, más bien ruinas aztecas. En ruinas que provocó el mismo señor hoy dueño de la franquicia Morena, que como todo lo nuevo ha crecido desmesuradamente, así será su caída.
Las garras de l totalitarismo han asomado por Nuevo León, hasta ahora no han vencido, y esperemos que no venzan en le 2024. Hasta la próxima-
Jesús Corona Osornio
@coronaoso This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Periodista, Psicoanalista, Director de Analítica Lacaniana, autor de El Acento Periodismo. Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión. con más de 37 años ejerciendo el periodismo en México.