Cuando se escucha a los miembros de Morena hacer tales afirmaciones, con la convicción de quien eleva una plegaria,
de verdad calan hondo, sin dudas, No mentir, vaya fuerza de la frase de marras, no robar es otra imposible de no aplaudir, y finalmente, no traicionar, el problema con esta frase, es que la traición es desde los tiempos bíblicos, norma de vida de la humanidad, cristiana o no.
Pero las tres oraciones dejan huella, las personas que quieren, las compran como verdades absolutas.
Para los que las creen ciertas, profundamente verdaderas, lo hacen desde la convicción de que no las profieren los “prianistas”, conservadores y corruptos.
Una sociedad cansada de las corruptelas de panistas y priistas, de las promesas incumplidas, escuchan que hay una “nueva clase política” y lo creen, sinceramente.
El problema, ahora, es que esa sociedad se niega a ver la terca realidad, los políticos son los mismos, en otro partido, pero, nada más.
Es una orquesta diferente, con nuevo director, todos o casi todos de la misma escuela, la música es la misma, las partituras son las de siempre, pero está vez la novedad es quien dirige.
Con ese pueril ejemplo, quisiera entender a quienes permanecen en lo que para muchos es una patología que los enceguece.
Pero, no es en sí una patología, es una ceguera inducida por la negación, el no aceptar la realidad, si no lo veo no existe, y van detrás del pastor, ciegos y sordos.
Prefieren el insulto como respuesta, antes que un diálogo racional, la confrontación de ideas, no eso no, sería admitir la realidad.
Sin embargo, los opositores también se han convertido en ciegos y sordos, de tanto confrontarlo, han caído en el: si no estás conmigo, estás en contra de mí.
El periodismo honesto, el verdadero, implica, desde luego, mostrar la realidad tal cual, no maquillarla, no hacer propaganda, pero eso no te lo perdonan, en ninguno de los bandos.
Cada bando, frente a la libertad de prensa, actúan del mismo modo, cual pandilleros amenazantes, dispuestos a propinarle tremenda “madriza”, a la prensa.
Frente a tales acciones, muchos medios han preferido doblegarse, aceptar a los propagandistas del régimen, los incluyen en sus medios, sin pudor alguno.
Sin embargo, frente a los opositores a ese régimen al que sirven, se muestran implacables, exigen respeto, respeto que no dan, frente a las oposiciones son severos jueces.
No pocos comentaristas han claudicado del periodismo duro y puro, hasta convertirse en voceros y propagandistas del gobierno, dañando la credibilidad de la prensa que debiera ser libre e imparcial.
No se había vivido en México tanto peligro para la prensa libre como ahora, las amenazas desde la cúpula del poder, atentan contra todos en los medios de comunicación.
Quienes hacemos periodismo, reporteros, columnistas, articulistas, editores, redactores, conductores, microfonistas, es decir todos los involucrados en los medios de comunicación, escritos, visuales, de voz, corremos el mismo peligro.
De seguir por la ruta que pretende el gobierno actual, no habrá medios libres, solamente propagandistas. Hasta la próxima. (Sí aún la hubiera).
Jesús Corona Osornio
@coronaoso This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Periodista, Psicoanalista, Director de Analítica Lacaniana, autor de El Acento Periodismo. Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión. con más de 37 años ejerciendo el periodismo en México.