Claudia Sheinbaum Pardo será la próxima Presidenta de México, en 200 años será la primera mujer en gobernar nuestro
país. La primer gran tarea que deberá acometer la señora Sheinbaum, es la de conciliar al México que gobernará.
Sin regateos a su triunfo, un dos por uno, es una cantidad contundente para aceptar una derrota y reflexionar, hacer autocrítica.
La sociedad también debemos entrar a una profunda etapa de reflexión, construir nuevos liderazgos, a partir de saber observar la realidad.
Más allá de las marchas de la ola rosa, por encima de los desacuerdos con Andrés Manuel, debemos analizar su figura sin sesgos.
Muchos lo odian, por su discurso, por sus posicionamientos, por sus mentiras, y todo es cierto, pero no hemos analizado el porque es un líder tan exitoso,
Dudo mucho que el discurso de la futura presidente de México, vaya a tener el impacto tan poderoso del discurso de López Obrador.
La vimos en los debates, fría, impávida y sin expresión, y sin embargo ganó dos por uno a una Xóchitl Gálvez, a quien no le faltó entusiasmo, mismo que no fue suficiente para ganar.
Las oposiciones tampoco ayudaron mucho, la derrota para el PRI como institución, la casi ya extinción del PRD, y la baja en votos para el PAN, conforman la dolorosa derrota.
Los partidos que acompañaron a la candidata del oficialismo, salieron muy bien librados, sin dudas el Partido Verde el más beneficiado
El triunfo de la señora Sheinbaum quedará manchado por el obsceno intervencionismo del presidente y por la cantidad irreal de recursos vertidos en la campaña de Morena.
Pero no debemos soslayar que el abstencionismo fue menor que en otras elecciones, y mucho menos la cantidad de votos de la sociedad.
Hablar de fraude es exagerado, insisto, tuvo ventajas Claudia, 23 gobiernos estatales, y todo el aparato del gobierno trabajando en favor de su candidatura.
Está vez, el llamado al voto útil, el famoso voto oculto, funcionó a favor del oficialismo, las oposiciones no supieron leer al señor del palacio.
La sociedad opuesta a Morena y su candidata, creyó que el activismo en las redes sociales era la gran panacea para derrotar a AMLO.
No hubo de parte de la sociedad ni de los partidos de la coalición Fuerza y Corazón por México, tantita reflexión embelesados como estaban consigo mismos.
Una guerra de protagonismos y egos inflados se vivió en X -antes Tuiter-, cientos de columnistas improvisados, según ellos amigos de contactos cercanos al cuarto de guerra de la candidata del palacio, con información exclusiva, sólo fue basura.
Los posteos de X no votan, el activismo social va más allá de gritar y quejarse, es mucho más que un domingo de sol, como sociedad también nos equivocamos, no nada más los partidos.
Como sociedad fuimos laxos, no pensamos la realidad, no la observamos, nos autoengañamos.
A no pocos nos duele el triunfo de Sheinbaum, nos duele que muchos mexicanos hayan votado por ella, hoy nos toca la reflexión y ver la realidad sin filtros.
Salud por México.
Hasta la próxima.
Jesús Corona Osornio
@coronaoso This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Periodista, Psicoanalista, Director de Analítica Lacaniana, autor de El Acento Periodismo. Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión. con más de 37 años ejerciendo el periodismo en México.