Parte de la sociedad mexicana, cuyos votos no fueron para el partido del presidente, Morena, pareciera adormilada,
sin reaccionar. La pasada elección fue una elección de Estado, y son muy pocas las reacciones desde la sociedad que manifiesten su desacuerdo, su enfado.
Más allá de querer organizar cuando menos una protesta, pareciera como su hubiesen llegado al punto de la conformidad.
Una conformidad de resignación, sin querer gritar su hartazgo de quien llegase al palacio, sólo para echar por la borda, 30 años de construcción de nuestra democracia.
Aterrador resulta que la SCJN, los morenistas, la quieran desaparecer para convertirla en un coto de su propiedad, como lo han hecho con las cámaras legislativas.
La candidata ganadora no hará nada por impedir tal crimen en contra de la justicia, en contra de nuestras libertades, en ella, - la futura presidenta-, recaerá un poder absoluto.
Es increíble que muchos ciudadanos no reaccionen ante tal atrocidad, y se limiten a usar su cuenta de X para protestar.
De los partidos políticos PRI y PAN nada deben esperar, sus liderazgos están ya muy contentos con sus diputaciones y senadurías.
Las oposiciones en México han dejado de existir, son bultos, meras comparsas, que lo único por lo que pelean es por las prerrogativas.
La tragedia de nuestro país ha sido la corrupción sin duda alguna, incluido el actual gobierno, que podría ser el más corrupto de todos los tiempos.
Es de no creerse que, con tantas pruebas de la intervención del gobierno federal en las pasadas elecciones, sean tan pocos los que alcen la voz, y rechacen los resultados electorales.
La suave descalificación de las oposiciones, al gobierno saliente, así como al que llegará a partir del primero de octubre, les causa risa.
La inconformidad se manifiesta poco, al través de las RRSS, los miembros del partido de Estado, ensoberbecidos y ofensivos.
Es muy poco lo que legalmente se podrá hacer, el INE y el TEPJF, fueron cooptados por el presidente que ya se va, -pero que no se irá-.
Los ministros de la Suprema Corte viven el cotidiano acoso del Poder Ejecutivo y de la que, en breve, tomará posesión del cargo.
Poco podrán hacer, desconocer la elección no será, nadie se atreverá a llevar la legalidad hasta sus últimas consecuencias, la elección es anulable, pero, nada pasará.
La historia de nuestra Patria, hoy la reescriben los resentidos de Morena, imponiendo una ideología que ha nadie consultaron.
Los padres y madres cuyos hijos están inscritos en las escuelas públicas, ni se quejarán, los de la clase media para arriba, pagan colegiaturas y nada dirán, las cosas en nuestra Nación están complicadas y sin remedio en algunos años.
Apatía ciudadana, desdén social, resignación y pocas ganas para las protestas, se trata de conservar lo que se tiene, nadie quiere arriesgar.
La manipulación social pasa cada día desde las llamadas “mañaneras”, impuestas por AMLO, y que según ya dijo continuará su sucesora.
México navega entre la ignorancia, el fanatismo y la apatía, entre brumas y a veces sin agua. Ojalá podamos rescatar a nuestro México de las garras de la desolación.
Hasta la próxima.
Jesús Corona Osornio
@coronaoso
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Periodista, Psicoanalista, Director de Analítica Lacaniana, autor de El Acento Periodismo. Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión. con más de 37 años ejerciendo el periodismo en México.