Los estadounidenses tienen al mundo entero en vilo, Kamala Harris parece despertar esperanzas en las democracias
internacionales, es diferente a su adversario. Donald Trump, despierta temor, y hasta ira en las democracias del mundo libre, pero incluso en las no democracias lo detestan, salvo algunas excepciones.
Las estridencias, las locuras y su carácter tragicómico, provocan desconfianza, lo más común en no pocos ciudadanos del mundo, es que lo creen capaz de llegar a la conflagración nuclear.
Harris también es una mujer de carácter y proteccionista como su rival, sólo que sin la explosiva teatralidad del señor de las revueltas.
El gran día ha llegado, las votaciones que marcarán un antes y un después para el mundo entero, culminarán con una o un presidente elegidos por los colegios electorales.
Puede ser que Kamala pierda en las votaciones populares, pero ganar en los colegios electorales de los estados bisagras.
El otro escenario sería que Harris ganase las elecciones populares por buen margen y perder los colegios electorales.
Las elecciones norteamericanas, presentaban hasta hace poco un empate técnico y una posibilidad para Trump, pero aún la moneda está en el aire.
Vladimir Putin el dictador ruso, preferiría un triunfo tumpista, la ayuda de los americanos a Ucrania podría ser diferente y favorecedora aun sin quererlo para los planes rusos.
Estados Unidos luego de sus elecciones y de quien resulte ganador, requiere de echar un vistazo al mundo entero.
Tendrá mucho que hacer, los BRICS por ejemplo están creciendo; en América Latina los países son gobernados por las izquierdas que no dejan de crecer.
Cierto aire de totalitarismos se ha impuesto en esa parte del continente, Brasil, Colombia, Chile, México, se declaran socialistas, y las dictaduras abiertas; Cuba, Nicaragua y Venezuela, ahí están altaneras y desafiantes.
La pobreza crece cada día en muchos países de la región al sur de los estadounidenses, las migraciones hacía México son el pan nuestro de cada día.
Esas migraciones detenidas en el vecino país del patio de atrás, son ya un peligro para los dos países, las consecuencias aun no se sienten a niveles catastróficos.
México se ha convertido en la frontera incomoda, el gobierno mexicano desde el 2018 se ha declarado de izquierdas, justo en las narices del monstruo del capitalismo más puro del mundo.
La altanería de los gobiernos de izquierdas en México es ya muy provocativa, muy retadora, escudarse en un patrioterismo básico, pueril, es darse un tiro ya no en el pie, directo al corazón.
La política de relaciones exteriores mexicana, es tan de retar, tan insostenible, es una locura, la irracionalidad como norma de gobierno.
Está columna se solidariza con los valencianos en desgracia por la DANA que los afectó gravemente, y que provocase más de doscientas muertes, ante la ineficacia del gobierno de Pedro Sánchez y del de la Generalitat Valenciana.
Sin dudas la madre naturaleza nos muestra la fragilidad humana y del como ni derechas ni izquierdas se salvan de mal gobernar.
Pronta recuperación a los valencianos y acá en México a los acapulqueños, que aparte de la desgracia llamada Evelyn Salgado, la naturaleza ha sido muy dura con ellos.
Hasta la próxima.
Jesús Corona Osornio
@coronaoso
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Periodista, Psicoanalista, Director de Analítica Lacaniana, autor de El Acento Periodismo. Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión. con más de 37 años ejerciendo el periodismo en México.