"El problema de nuestra época consiste en que sus hombres no quieren ser útiles sino importantes": Sir Winston Churchill
México como muy pocas naciones, encabeza la lista de hombres y mujeres adictos al dinero fácil. Y no me refiero al narcotráfico, pues en esta actividad se juegan la vida las 24 horas, los 365 días del año, incluyendo bisiestos.
Tampoco me refiero a los llamados “ninis”, sino a los adultos, que desde su infancia les inculcaron la política como el camino fácil para hacer dinero en cantidades industriales, siempre a costa de los pobres. En las últimas tres décadas, la pasión por el dinero fácil se ha enquistado en el tejido social de la mayoría de las familias carentes de valores y cuya mediocridad intelectual salta a la vista.
Los jefes de familia se han ocupado de inducir a sus vástagos para que incursionen en la actividad política, poniéndose como ejemplo del “éxito” económico logrado. A sus vástagos les exigen terminen licenciaturas principalmente en ciencias sociales, maestrías y hasta doctorados-como su padre diría la cónyuge oficialpara que obtengan herramientas para asaltar las arcas públicas y guardar las formas que obligan a una imagen intelectual, aunque sean consumados rateros.
Con cargo a nuestros impuestos, contratan costosas empresas de producción, edición y postproducción, para que los filmen y difundan su imagen en las redes sociales, intentando engañar al usuario enviando una falsa imagen de gente de” bien”, sin embargo, principalmente lo hacen para seguir alimentando su egocentrismo como vedette de table dance. Otros padres de familia sugieren a sus hijos hacerse de un doctorado honoris causa, que hable de inexistentes méritos como plumaje real, cuando en realidad se adquieren desde los 10 hasta los 50 mil pesos.
Los adictos al erario lo primero que hacen es convertir en bolsa de trabajo la administración pública enviando a toda su parentela directa y política; a las concubinas y concubinos además de la adquisición de lujosos “refugios de la pasión”, les asignan negocios obtenidos al amparo del poder; otros más apasionados, intensos, convierten a sus amores furtivos y otros públicos, en alcaldes, senadores y hasta gobernadores.
Cualquier semejanza a un político que conozca es mera coincidencia.
Horacio Zaldívar Espino
Reportero desde 1970 en el semanario Por Esto!; La Voz de Michoacán; cofundador de la revista Ultra en Morelia, Michigan; consultor externo del IMSS en comunicación social; coordinador del área en la LVII Legislatura de Michoacán; editor en jefe de la LX Legislatura de Zacatecas, fundador de la agencia ABZ Noticias y actualmente director editorial del portal Tribunal Herodes.