Río de Janeiro está reviviendo la pesadilla de las lluvias torrenciales. Desde la madrugada de este miércoles varios barrios de la futura sede olímpica están colapsados por las inundaciones y los aguaceros que no dan tregua. Dos arterias principales de acceso a la capital fluminense llevan varias horas cortadas en varios de tramos, el aeropuerto de vuelos domésticos Santos Dumont paralizó las operaciones durante dos horas y más de 200 escuelas han suspendido las clases. El alcalde, Eduardo Paes, pidió a sus conciudadanos que eviten salir a la calle. Según la alcaldía, durante diez horas las nubes descargaron sobre Río todo el agua que se esperaba para diciembre.