El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, promulgó la nueva Ley de Amparo, que permite a los ciudadanos interponer un amparo cuando se cometan violaciones a sus derechos por parte de cualquier autoridad gubernamental.
El primer mandatario señaló que con esta nueva ley se garantiza la protección de los derechos humanos de los mexicanos debido a que: “Centra su atención en el ser humano, su dignidad y los derechos que le son inherentes”.
Durante la ceremonia de promulgación de la nueva Ley de Amparo, que se llevó a cabo en el salón de Recepciones de Palacio Nacional, Enrique Peña reconoció el arduo trabajo de legisladores y juristas quienes representan los Poderes Legislativo y Judicial, encabezados por el Ministro Presidente de la Suprema Corte de la Nación, Juan Silva Mesa; los líderes del Senado y de la Cámara de Diputados: Ernesto Cordero y Francisco Arroyo Vieyra, así como del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y del Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam. “Como presidente de la República, me enorgullece ser parte de este esfuerzo colectivo, al promulgar, en Palacio Nacional, el Decreto por el cual se publica la nueva Ley de Amparo, Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 constitucionales.”, destacó EPN.
El Jefe del Ejecutivo aseguró que México se está transformando para contar con más y mejores instituciones, que permiten consolidar el Estado Constitucional y democrático de derecho que todos anhelamos. Por lo que la nueva Ley de Amparo es uno de los avances legislativos más relevantes de los últimos años, ya que moderniza y vuelve a poner a la vanguardia a una de las figuras jurídicas más prestigiadas de México: “Es un mérito de todo el Estado mexicano”.
La nueva Ley de Amparo adopta figuras jurídicas de avanzada. A continuación los cambios más destacados, a partir de tres rubros: Se amplía la esfera de protección a los derechos. En adelante, el juicio de amparo procederá en contra de normas generales, actos u omisiones, por parte de los Poderes Públicos o de particulares en funciones equivalentes a las de autoridad, que violen los derechos humanos reconocidos por la Constitución federal y los tratados internacionales de los que nuestro país sea parte.
Se eleva la eficacia de la justicia mexicana y se establece la obligación de los tribunales de fijar en las sentencias de amparo directo los términos precisos en los que deberá pronunciarse la nueva resolución.
Se fortalecerá al Poder Judicial de la Federación, en específico a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y se crean los Plenos de Circuito, otorgando a los actuales Circuitos Judiciales una autonomía relativa, a fin de que las contradicciones de tesis que se generan al interior de un mismo circuito, sean resueltas a través de estos.
“Cuando una legislación es rebasada por el avance colectivo, es indispensable actualizarla, ponerla en sintonía con las nuevas necesidades sociales y con los estándares internacionales… Éste es el espíritu detrás de la expedición de la nueva Ley de Amparo, al colocar al ser humano y sus derechos como causa y fin”, aseveró EPN.
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