Vaya lo paradójico: una tragedia, como la ocurrida en un hospital en Cuajimalpa, donde hubo tres muertos, hasta las 19 horas de ayer, viene a ser un bálsamo para la presión social sobre las irregularidades que conlleven pérdidas por más de 2 mil 300 millones de pesos en la construcción de la Línea 12, que sigue sin funcionar
totalmente, sin que a las autoridades les preocupe la erosión presupuestaria.
Pocos quieren recordar que en la Línea 12, hecha e inaugurada antes de concluirse totalmente, por el entonces jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard Casaubon, realizada, naturalmente por él, en su intento de proyectarse fallidamente como posible candidato presidencial por el PRD, se invirtieron más de 24 mil millones de pesos y se extendió un contrato de arrendamiento de trenes por 18 años para su funcionamiento y que, ahora están prácticamente tirados.
El gobierno de Miguel Ángel Mancera tira dinero diariamente porque una gran parte de las estaciones están cerradas y en reparación, por lo que, se presta servicio de transporte gratuito que, cuesta dinero y quien lo paga es el capitalino.
En este contexto, por el lado del DF, el jefe de gobierno se aprestó a acudir y hacer acto de presencia en el hospital en Cuajimalpa en donde hubo una explosión de una pipa de gas que provocó tres decesos confirmados y 73 heridos.
También fue el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, por instrucciones del presidente Enrique Peña para ofrecer toda la ayuda posible para las víctimas del flamazo, en circunstancias que le cayó como anillo al dedo, ante la incredulidad que ha provocado el informe de la PGR sobre los 43 desaparecidos en Ayotzinapa, quienes, según Jesús Murillo Karam, aquel funcionario que reveló que "ya estoy cansado", fueron secuestrados, axfixiados, asesinados y calcinados, en una gigantesca pira que alcanzó mil 600 grados centígrados y que el gobierno federal no alcanzó a detectar como un incendio de grandes proporciones, cuando se afirma sucedieron estos hechos delictivos en el basurero de Cocula.
Hasta el Papa, desde El Vaticano, pidió rezar por las víctimas de la explosión de la pipa de gas en Cuajimalpa.
Pero, la visita de los funcionarios no deja de tener un tufillo oportunista, porque, en realidad, no harán nada para que se eviten una tragedia como la de ayer.
¿Qué hará Miguel Ángel Mancera para garantizarle a las madres y ciudadanos en general que no se repitan explosiones como éstas?
¿Acaso harán inspecciones sobre los autotanques de gas que circulan por todo el DF y área metropolitana para saber si están buenas condiciones?
Al menos, el GDF no ha informado en los últimos años de cuáles son las gaseras que incumplen con las normas y por ello son castigadas por la dependencia respectiva.
La gasera, este caso "Expres Nieto", la cual ya tiene en su haber algunos accidentes como los sucedido hace menos de seis meses en Querétaro, se apresuró a señalar oficialmente que el camión que explotó cumplía, al pie de la letra, con las normas de seguridad requeridas por el gobierno capitalino.
Entonces, ¿quién o quiénes son los culpables?
No basta para Mancera o para Osorio Chong acudir presurosos a ver qué sucedió y tomarse la foto, sino tomar medidas que eviten tragedias como las sucedidas ayer.
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