La llamada actualmente Ciudad de México sufre una de las peores crisis de su historia en materia de inseguridad y delincuencia. Podríamos asegurar, sin temor a equivocarnos, que la delincuencia y los delitos, de todo género, se democratizan en la gran capital, ya nadie se encuentra a salvo de los malosos.

Todos los candidatos a gobernar la gran Ciudad de México han propuesto infinidad de promesas de campaña, entre las cuales sobresalen el regalo de dinero, siempre disfrazado de programas sociales. También, prometen combatir la corrupción de los otros, pero no la propia.

El Sistema de Transporte Colectivo (STCM) se ha convertido en una calamidad para los millones de usuarios; tiene más de 20 años en el olvido, situación que se ha traducido en un pésimo servicio, instalaciones anticuadas y descuidadas, presencia de vendedores ambulantes de todo tipo y prostitución, sobre todo en algunas estaciones de la Línea 2, que corre de la estación Cuatro Caminos a Tasqueña.

En el despacho anterior hablamos de la seguridad pública como uno de los muchos pendientes del jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera. Pero el abogado Mancera, quien llegó a la Jefatura de Gobierno, con las siglas del PRD, deja otro gran pendientito: El pésimo transporte público.

Que ahora sí, luego de informar sobre una danza de fechas en las que solicitaría licencia al cargo, el jefe del GCDMX, Miguel Ángel Mancera, dejará la oficina principal del Palacio del Ayuntamiento el día 29 del mes en curso, Según ha dicho, en varias entrevistas con medio, difundirá los beneficios de que la gente vote por el frente político que lo apoya.

El narcomenudeo, es un problema al que las autoridades capitalinas, las policiacas y las administrativas, nunca le quisieron entrar a fondo y combatirlo con efectividad; más bien, lo dejaron crecer y crecer y actualmente se convirtió en un problema de salud pública en la Ciudad de México.