El 28 y 29 de octubre, coincidentemente cuando entraron a Apatzingan la “caravana” de “policías comunitarios”, que en mi opinión se asemeja mucho a aquellas “guardias blancas” que han existido en Guerrero y Chiapas, se desató una balacera en plena plaza del Municipio y después vinieron los atentados terroristas a 18 subestaciones generadoras de energía eléctrica de la CFE e instalaciones de PEMEX.
Los responsables, los darán a conocer las autoridades, pero es evidente que son actos de terror perfectamente planeados, con profesionalismo y evidente uso de armas exclusivas del ejército, para sembrar miedo entre la población, con alguna finalidad, no sé si sea política, económica, o verdaderamente ideológica de un movimiento armado, de aquellos que hubo en el siglo pasado como el PROCUP, Liga Comunista 23 de septiembre, más recientemente EZLN, EPR o ERPI.
Hay que recordar que Michoacán estuvo gobernada doce años por los perredistas LAZARO CÁRDENAS Y LEONEL GODOY, y desde entonces se vivió la descomposición del tejido político, social y gubernamental, que hoy tiene que enfrentar la administración de FAUSTO VALLEJO, y por unos meses lo hizo el Gobernador sustituto JESUS REYNA, de la mano con la SEGOB y del Comisión Nacional de Seguridad, la primera encabezada por MIGUEL OSORIO y la segunda por MANUEL MODRAGON, quienes han venido diseñando una serie de estrategias para devolver la tranquilidad a los michoacanos, la cual evidente que no han tenido éxito.
Hay voces perversas, que dicen que los atentados fueron propiciados por JESUS REYNA GARCIA, con el argumento de que no le gustó el regreso del Gobernador VALLEJO FIGUEROA, nada más absurdo y sin fundamentos, para quien no conoce la trayectoria de REYNA, pero ¿a quién o quiénes les favorece este clima de inestabilidad? Recordemos que en el 2006, el Presidente FELIPE CALDERON, declaró su guerra contra el narcotráfico en su tierra natal, de la cual por cierto fue candidato perdedor a la gubernatura en los 90s frente al priista VICTOR MANUEL TINOCO RUBI, pero en mi apreciación a nadie gana con esta ingobernabilidad.
Sin embargo, hay oportunistas políticos, y de manera específica hay dos que aún supuran por la herida de su derrota, LUISA MARIA CALDERON, hoy senadora panista y el coordinador de los Diputados perredista, SILVANO AURELONES, quien se aventuró a sugerir la “desaparición de poderes del Estado”.
En mi opinión, el Gobierno Federal, con el apoyo del Congreso de la Unión, debe decretar un “estado de excepción” previsto en la propia Constitución Federal, para reordenar ese estado de impunidad que hoy impera, y es un daño profundo entre la población, que al ver que “a nadie le pasa nada” y que el “gobierno es débil”, se pueden generar efectos multiplicadores en otras entidades, como los estado de México, Morelos, Distrito federal, entre otros.
No se pueden tolerar acto de terrorismo como los que se viven en Michoacán, a nadie benefician, y sólo generan incertidumbre a los empresarios y comerciantes, alejan el turismo nacional, pero sobre todo acaban con la paz social.