México requiere para 2017 un presupuesto responsable y equilibrado, que privilegie los programas sociales y las áreas estratégicas.

Luego de que el Presidente Enrique Peña Nieto enviara al Congreso de la Unión el paquete económico del Gobierno Federal para el 2017, los diputados federales de los diferentes partidos y los del PRI, grupo parlamentario al que pertenezco y de la Comisión de Economía, que me honro en presidir, nos aprestamos a realizar un análisis

profundo, minucioso de la ley de ingresos y del presupuesto de egresos de la Federación, a fin de alcanzar las mejores condiciones para el país, en un entorno complejo y desafiante.

Para ello, deberemos tener mucho cuidado en que el presupuesto mantenga el equilibrio en las finanzas públicas y se ejerza un gasto prudente y austero, pero al mismo tiempo responsable y estratégico, de modo que se privilegien los programas de carácter social y áreas fundamentales, como seguridad, educación, salud, combate a la pobreza, impartición de la justicia, estímulos fiscales a las empresas generadoras de empleo e impulso decidido a los emprendedores.

Por una parte, coincidimos con el proyecto oficial de poner un freno a la deuda pública y reducir efectivamente los enormes intereses que ocasiona, a través de propiciar un superávit primario y un ajuste importante al gasto corriente del sector público, el cual no deberá impactar en la inversión productiva y los planes elementales de infraestructura.

En materia de ley de ingresos, los legisladores debemos apoyar la decisión del poder ejecutivo de no proponer nuevos impuestos; que no se incrementen los ya existentes y que se amplíe la deducibilidad, vía apoyos fiscales, en favor de las micro, pequeñas y medianas empresas, que constituyen el 99.8 % del total de unidades económicas, aportan el 52% del Producto Interno Bruto y el 72% de los empleos formales.

Tampoco podemos perder de vista que debemos estimular las asociaciones público-privadas, para inversiones en infraestructura, pues el gobierno no cuenta con los recursos suficientes para financiar muchas de las obras que se requieren en la búsqueda por mejorar los niveles de vida de la población. No obstante, dadas las condiciones de la economía nacional y las finanzas públicas, estamos comprometidos a plasmar y ordenar, en el paquete que discutiremos y aprobaremos en la Cámara de Diputados, un ejercicio de racionalidad, porque las necesidades sociales se multiplican y los recursos disponibles se reducen.

Por ello, coincidimos con la instrucción que dio el Presidente Enrique Peña Nieto al Secretario de Hacienda de mantener la estabilidad macroeconómica, asegurar que los ingresos sean mayores a los egresos, continuar las medidas de responsabilidad fiscal y garantizar que será el gobierno el que se ajustará el cinturón, para proteger los bolsillos de las familias mexicanas. “En suma: presentar al Congreso de la Unión un paquete económico responsable, con sensibilidad social”.

*Presidente de la Comisión de Economía de la H. Cámara de Diputados

Integrante de la Comisión de Hacienda de la H. Cámara de Diputados