Meade… al rescate

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Errores, desatinos, insensibilidad política y social, prepotencia, e inexperiencia, son algunos de los calificativos que se han mencionado durante toda la semana en relación a Luis Videgaray Caso, ex secretario de Hacienda y Crédito Público, cuya función al frente de esa dependencia trajo como consecuencia un mayor endeudamiento del país;

además fue el único funcionario capaz de unificar al sector empresarial desde el inicio del sexenio, pero… en contra del propio gobierno.

El asunto de la deuda y dar confianza y certidumbre a los agentes económicos dentro y fuera del país es lo que tratará de arreglar José Antonio Meade Kuribreña, designado por el Presidente Enrique Peña como nuevo titular de la SHCP desde el pasado 7 de septiembre, un día antes de vencer el plazo para la entrega del paquete económico del 2017 al Congreso de la Unión.

¿Será por su amplia trayectoria en el gabinete presidencial, pasando por la Secretaría de Hacienda desde tiempos de Felipe Calderón, que el presidente Peña se decidió por él?

Meade es un funcionario transexenal, que ha ocupado cuatro secretarías de Estado, Hacienda en dos ocasiones. Desde el punto de vista del mandatario en este momento de coyuntura económica, el ex titular de Sedesol es el único personaje capaz de enderezar el rumbo de la economía. Es para el Presidente Peña Nieto el que puede rescatar al país de la crisis.

Entre empresarios y analistas financieros se comenta que en, términos generales, la propuesta de Paquete Económico 2017 enviado al Congreso la semana pasada, cumple con las expectativas de ajustes preventivos en el balance público. Muestra responsabilidad y prudencia ante un entorno mundial con muchos riesgos y complicado de prever. Meade apenas si tuvo tiempo de revisarlo antes de la entrega.

Aborda, aunque sea de forma parcial, las debilidades que han señalado las agencias calificadoras y es un paso importante para romper la tendencia de la deuda pública.

A juicio de los especialistas, lo positivo de la propuesta de Paquete Económico es que: Busca lograr un superávit primario por primera vez desde el 2008; el recorte anunciado al gasto es el mayor durante la administración actual; se reduce en términos de porcentaje del PIB el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público; busca mantener un aumento del 10% en los ingresos tributarios.

Si el Paquete Económico logra convencer a las calificadoras como a los inversionistas extranjeros de que se tiene control en las finanzas públicas independientemente de lo que acontezca en el exterior, esto podría traer un efecto favorable y duradero en la percepción de la economía mexicana.

Sin embargo, las primeras declaraciones de funcionarios de las agencias calificadoras parecen distar de este objetivo. Standard & Poor’s (S&P) declaró que el paquete económico es “filosóficamente similar en orientación a lo visto en años anteriores, no hay nada sorprendente. Está en línea con la tradición de Hacienda”.

Desafíos del Paquete Económico 2017

Los desafíos que enfrentan las finanzas públicas de México claramente no se pueden resolver de la noche a la mañana. Son problemas cuya solución podrían traspasar por lo menos los restantes dos años de la Administración del Presidente Peña Nieto y la siguiente Administración Pública.

La deuda se genera porque hay déficit, y el déficit se produce porque hay un mayor gasto a lo que el gobierno recauda y obtiene de ingresos extraordinarios. Por lo que el gran tema a resolver es cómo controlar el gasto o mejorar el ingreso. Para este último el margen es limitado, sobre todo por el contexto del petróleo, y porque está el compromiso de no aumentar ni crear nuevos impuestos. Con ello, la variable importante es el Gasto Público.

Si bien, el monto propuesto de Gasto Neto Presupuestario para 2017 reporta una disminución de 1.7% en términos reales, cambiando su trayectoria creciente de los últimos años (durante 2008- 2016 registró una tasa de crecimiento real promedio anual de 4.6%), hay cosas que al parecer no terminan de gustar:

1. El gasto de servicios personales, rubro que abarca sueldos, salarios y prestaciones, aumentó en 0.6%. La expectativa era que hubiera un recorte fuerte por la percepción de los grandes despilfarros que existen.

2. Se comenta que se priorizará el gasto en inversión, pero sólo para aquellas obras que ya están avanzadas. La realidad es que se propone reducir un 24.4% respecto al 2016 (inversión física -27.2%).

3. La reducción de 0.1 puntos porcentuales de los Requerimientos Financieros del Sector Público, es claramente insuficiente. A lo anterior se le suma que hay compromisos heredados en los gastos públicos que limitan aún más las acciones de corrección en las finanzas públicas, como el pago de pensiones que va en aumento y el costo financiero del gobierno, es decir el servicio de la deuda, o sea el pago de intereses, que se prevé aumentará en 18.9%.

Es necesario que el gobierno federal siga aumentando sus esfuerzos para mejorar la perspectiva de las finanzas públicas. El Paquete Económico 2017 abona en este sentido, pero no es todavía suficiente para lograrlo.

Se verá aquí si el Presidente Peña Nieto contará con el apoyo del Congreso para mitigar los efectos de la crisis y también la capacidad de interlocución del nuevo Secretario de Hacienda para cabildear y negociar con los legisladores la propuesta económica del gobierno.

Vivienda, tranquilidad ante recorte

Ante los recortes presupuestales y menores subsidios que son un hecho se aplicarán en el 2017, el sector de la vivienda se muestra tranquilo o relativamente en calma, pues a decir de los titulares de los Organismos Nacionales de Vivienda (Sedatu, Conavi, Infonavit, Fovissste y Fonhapo), que ofrecieron una conferencia de prensa conjunta, esa situación ya estaba prevista y por ello se ha actuado desde antes para mitigar sus efectos.

De hecho, a lo largo de los últimos años los subsidios a la vivienda se han reducido de manera sistemática (2015: 11,135 millones de pesos; 2016: 9,431 mdd; 2017: 6,525 mdp, 32 por ciento menos), y pese a ello el sector no se ha detenido, debido a la instrumentación de diversos mecanismos financieros.

De enero de 2013 a junio de 2016, se han realizado más de 4 millones de acciones entre viviendas nuevas, mejoramiento, subsidios y co-financiamientos. En cuatro años se han entregado 1.72 millones de viviendas a familias mexicanas, y 36 por ciento de estas familias han recibido un subsidio.

"Hoy el sector tiene una fortaleza estructural y se están corrigiendo los errores de la década anterior, la Política Nacional de Vivienda está demostrando que se puede tener una industria fuerte, pero también una política crediticia centrada en los derechohabientes; es decir, en quienes habitan una vivienda y no sólo en la construcción de casas”, destacó David Penchyna, director general del Infonavit.

Cabe destacar que entre el Infonavit y el Fovissste, que encabeza José Antonio Godina, generan más del 80 por ciento de los créditos para la adquisición de vivienda en todo el país. Son los principales organismos hipotecarios a nivel nacional que le proporcionan oxigeno al sector y no requieren de partidas presupuestales ni subsidios para operar, por ser financieramente autónomos.

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*Periodista. Director de la Revista Hábitat Mx