“¡Uy, qué miedo..!”

LIC. MARIO DELGADO, PRESIDENTE DE MORENA:

"El sabio puede cambiar de opinión; el terco, nunca": Immanuel Kant

Funcionarios estadounidenses de alto nivel vinieron a Palacio Nacional a dialogar sobre la política energética de México. Se celebraron numerosas reuniones con el Embajador Ken Salazar y los directivos de las empresas estadounidenses de energía con inversiones en nuestro país. Voces de expertos y de periodistas advirtieron que la decisión presidencial de dar preferencia a la CFE y a PEMEX en el mercado eléctrico nacional nos iba a acarrear serios problemas,

Todos estos diálogos y alertas fueron minimizados en Palacio Nacional, arguyendo que la 4T solo velaba por la soberanía nacional. Curioso el concepto de soberanía de Andrés Manuel López Obrador, pues en vez de defender realmente al país, lo ha puesto en un grave riesgo.

Ayer, la representante del Comercio de EUA, Katherine Tai, informó que dentro del marco del T-MEC abrirá consultas, esto es, el proceso formal de análisis sobre las afectaciones que la política energética de México impone a las empresas estadounidenses:

“Reiteradamente, hemos expresado nuestra preocupación acerca de los cambios en la política energética mexicana,” declaró Tai. Dichos cambios “no son consistentes con los compromisos de México. Y las empresas estadounidenses enfrentan un trato injusto en México.”

Al reclamo ya se sumó Canadá.

Al tener conocimiento sobre la demanda estadounidense, el presidente López Obrador tuvo el mal tino de poner en la mañanera la canción “¡Uy, qué miedo!”, de Chico Che.

Mala idea y peor tacto burlarse de socios poderosos. En fin, son sus modos.

Somos nacionalistas, pero no ciegos ni sordos como para no percatarnos que hay razón a los reclamos de EUA y Canadá. Pese a que la iniciativa de contrarreforma constitucional de la ley eléctrica fue rechazada en la Cámara de Diputados, la 4T se montó en las leyes secundarias y echó a andar su plan, de tal suerte que unilateralmente nuestro gobierno decidió que el 56 por ciento del mercado quedara reservado para la CFE, en vez de que el sistema de distribución opte por la empresa productora más barata.

Para EUA será muy fácil demostrar que, al dar preferencia a PEMEX y a la CFE, nuestro gobierno viola un montón de preceptos del T-MEC, tales como la libre competencia, los contratos firmados hace años, los compromisos mexicanos del Acuerdo de París para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, los plazos para que PEMEX cumpla con estándares ambientales más estrictos para limitar el contenido de sulfuro en el diésel y, desde luego, la falta de renovación de permisos para producir energía, lo mismo que la suspensión de los mismos para empresas nuevas.

Todas estas acciones no fueron adoptadas a ciegas en el pasado, en el pasado. Costaron largo tiempo de estudio que incluyó no solo los conceptos de independencia y de soberanía, sino también los del uso de la tecnología y la ciencia, el derecho, la economía  y la sociología para alcanzar el desarrollo al que los mexicanos hemos aspirado.

Los tres países tendrán un plazo de 75 días para dialogar -pero de a "deveras"- y si no llegan a acuerdos satisfactorios, entonces EUA y Canadá podrán solicitar la intervención de un panel de controversia que en algo así como nueve meses emitirá su resolución.

Y, ¿qué cree, licenciado Delgado?, hay altísimas probabilidades de que nuestro país reciba una sanción de miles de millones de dólares, además del requerimiento de modificar las leyes secundarias y, por supuesto, de respetarlas.

Mientras esto último ocurre y/o si la 4T se pone sus moños para acatar el fallo, un sinnúmero de exportaciones nacionales podrían ser afectadas; así de suavecito, para que la 4T entienda que en otros países sí se respeta el Estado de Derecho…  

¿Se imagina lo que pasaría en México si de pronto le ponen un arancel adicional a los autos que exportamos; o al jitomate, o al aguacate, al acero o al tequila..?

 ¿Se imagina si los españoles siguen el ejemplo y nos plantan su demanda?

 Todo esto ocurriría en una economía con alta inflación, escasísimo crecimiento y cada vez menos inversiones ante las políticas de proteccionismo trasnochado de la 4T.

Y las consecuencias -entiéndalo usted, principalmente, como jefe que es del partido en el poder- las sufrirá la población en un año preelectoral.

 Y las respuestas será también usted el encargado de darlas…

¿Entonces será usted quien diga “¡Uy, qué miedo..!”?

Colaboró: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

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