En la columna de Nelson Vargas, el pasado 11 de septiembre, hace diez años asesinaron a su hija Silvia, el caso fue brutal dentro y fuera de la opinión pública, recuerdo el llanto de Nelson. Y francamente no sé cómo es posible que un padre, tras sufrir esta pesadilla tenga fuerzas para seguir viviendo. Nelson no solo ha continuado con sus tareas de ser un firme promotor del deporte nacional, sino que la presión ejercida ha llevado a un solo individuo a la cárcel. Se trata de Martín
Morroy "El Chelas”, quien denunciara a sus cómplices y señala el lugar en donde se encontraba Silvia, si mal no recuerdo en una casa por la zona del Ajusco, Nelson se revuelve en un entendible dolor, frustración y así lo escribe, tras diez años las autoridades federales no han podido dar con los otros cómplices, todos identificados ..han pasado desde Vicente Fox, Felipe calderón, Enrique Peña y varios procuradores sin que a este padre, figura pública , se le dé una explicación el por qué en su país el famoso estado de derecho no aparece por ningún lado...
Pero no va solo en el drama, muchos casos así se presentan, en donde las víctimas se cuentan por docenas, todas pasadas por la hecatombe del secuestro, de la mutilación, de la muerte, familiares que jamás volverán a dormir, padres ya sin vida, hermanos aterrorizados y el aparato de justicia caminando a la par de los criminales, sin mayor respuesta que la maldita burocracia de ministerios públicos y agentes...
Hace un par de días dimos a conocer el caso de Fátima, jovencita de 15 años, quien fuera secuestrada tras golpear a su padre por un par de encapuchados, los hechos en la Gustavo A. Madero, colonia de la Ciudad de México. El viernes 5,30 de la mañana, los sub humanos llamaron a la familia, pedían cinco millones de pesos. La policía judicial de la capital tortuguezca para liberar la alerta Amber, paquidérmicos los investigadores...
La familia de Fátima, estudiante de preparatoria de La Salle desesperados, siguieron las llamadas de los plagiarios, regatearon por ciento cincuenta mil pesos, después dejaron de hablar, Fátima ya estaba muerta, su cuerpo fue localizado en el municipio de Los Reyes la Paz, Edomex, murió por asfixia, entre los diez años del secuestro de Silvia Vargas y Fátima han pasado muchas cosas y no ha sucedido nada, miles de secuestrados en México, miles de anónimos seres humanos que, o perdieron la vida, o fueron convertidos en zombies...
Miles de inocentes y miles de victimarios que no habrán de recibir castigo alguno, excepto surjan figuras como la de Isabel Miranda de Wallace, quienes desde el dolor son capaces de realizar el trabajo que las autoridades no pueden o no quieren...
Entre tantos muertos, fosas clandestinas, asesinatos, hemos perdido la capacidad de asombro y aquello que nos reventaba, como el secuestro de Silvia van quedando en el olvido, dejando a su suerte a padres como los de Fátima...y súmele más conforme pase el tiempo... en serio, como duele perder a un hijo, cómo duele chapotear en un país que no sabe de brindar justicia. Sino pregúntenselo a los miles de Nelson Vargas, o Isabeles Miranda