Cuando mostraron ante la sociedad al niño recién bautizado como frente ciudadano por México dije que dicho frente ni es tan así, ni es ciudadano y mucho menos es por mexica, alguien convenció a Ricardo Anaya a Alejandra barrales de que ante el agotamiento del sistema de partidos, de su precaria condición de ser partidos segundones bien les convendría proponer algo que en el papel se antojaba como la gran oferta democrática del
momento...el tiempo y las ambiciones se encargaron de desenmascarar a este producto milagro . Anaya y su tozudez , barrales y su mediocridad política, aunados a una estela de escándalos e infinitas ganas de ser solo ellos los jugadores le han venido colocando cargas de dinamita a este frente. El espíritu de esta intención no puede ser la imposición de un candidato a la presidencia ni a la jefatura de gobierno, eso es impulsar la metástasis del mismo cáncer con el que se conduce el partido teocrático de Andrés Manuel López obrador, en donde él y solo él es quien señala quien habrá de ser el candidato y quien se puede ir mucho al infierno, o de la manera matizada y siguiendo los usos y costumbres del PRI en donde será el presidente de la republica el que designe a su corredor...el frente de la mano de Anaya y barrales ya se pudrió, pero bien podrían rescatarlo si es que se deciden a hacer a un lado al chavo de la Secu y a la ex líder de las aeromozas, de tal manera que el proceso de selección sea abierto, lo más cercano a la transparencia y no a remedo de dictadura Morenista o del rancio dedazo priista. El frente va derechito al fracaso. Mancera tiene razón, Moreno valle tiene razón, que sin ser garantía de triunfo ellos colocan con practicidad el elemental motivo de este frente... Que sea democrático, distinto, vanguardista, pero sobre todo que sea creíble entre un público elector que los ve con infinita desconfianza y que solo percibe que detrás del frente flota mas la voracidad de Anaya y la megalomanía de barrales y no un aumento proyecto de país para revertir la dura condición de millones de mexicanos que ya vomitan todo lo que huela a política y sus costosos experimentos pseudo-democráticos.