Andrés Manuel López Obrador no engaña a nadie cuando demuestra que no jalara con las organizaciones no gubernamentales, o la llamada sociedad civil, lo ha dicho antes y después de la campaña, no cree en ellas y no las volteara a ver para eso del fiscal anticorrupción, va con el
modelo de EPN, el senado pondrá sobre la mesa los nombres de diez aspirantes, el presidente Andrés Manuel elegirá a tres y en una última mano, el senado, bajo control de morena , determinara al fiscal general...o sea, la casa del mandatario tabasqueño gana...seamos claros, López Obrador no necesita a las ONGs, nunca las ha visto con buenos ojos, muchas de estas se han ganado la etiqueta de ser todo menos brazos efectivos de la sociedad, en todo caso , la mayoría de la sociedad en edad de votar eligió por abrumadora acción a Andrés Manuel y con eso le basta para elegir a el próximo fiscal, ¿para que lo quiere? Evidentemente para investigar y tratar de dar resultados en la lucha anticorrupción, un fiscal que no entre en la orbita de las decisiones del presidente no le sirve, el próximo presidente necesita una arma cargada que pueda disparar, que le rinda cuentas, que muerda a quien el presidente quiera morder. La lógica de Andrés Manuel no pasa por el sentido de los contrapesos, sabe que con los congresos a su favor tendrá la posibilidad de cumplir con parte de sus promesas de campaña sin despeinarse, pero si permite que le manoseen a el próximo fiscal general anticorrupción, podría encontrarse con que fue nombrado alguien que demuestre independencia y poca sumisión. Es un arma de doble filo, pues por una parte se entiende que López obrador requiera de control total para sus la concreción de sus compromisos y por otra parte, el dotarle desemejante rifle lo podría impulsar a el fácil de camino de emplear a un fiscal con fines de venganza o de movimientos efectistas para conseguir el aplauso fácil de sus seguidores. Lo cierto es que por mas que pataleen las ONGs, recaben firmas y exijan espacios para elevar su reclamo, no poseen la fuerza ni el boleto electoral que Andrés Manuel tiene. Y al final del día el tan esperado arribo del fiscal general llegara con mucho sello del próximo presidente y con nulas etiquetas de la despreciada sociedad civil. ¿Alguna duda del sexenio tlatoanico que ya arranco?