Se advierten dosis muy altas de arrogancia entre los legisladores de Morena, tal y como le hemos dicho, aguas, muchos de los que llegan no lo hicieron por ser los
mejores, sino, por que para castigar al gobierno, los ciudadanos votaron por los que tenían en frente, sin ninguna báscula.
En los vapores de la euforia no se han dado cuenta (los de Morena) que lo que escupen al cielo les puede caer en la cara. Basta repasar la historia y mirar de cerca el comportamiento de esa gran masa llamada sociedad o como ellos la califican: el pueblo. Este pueblo mexicano, exigió por medio del voto (y con sobrada razón) un cambio de régimen, el movimiento implicó quitar a los que están para hacer llegar a los que han querido estar.
El pueblo está lastimado, se ha sentido defraudado, la clase política le ha visto la cara una y mil veces, este pueblo, con todo y sus deficiencias, ha recibido las recetas mas amargas tales como el gasolinazo, la miseria salarial, la permanente austeridad en sus vidas, la injusticia del supuesto estado de derecho.
El pueblo siempre pone los muertos, sea por un asalto, por un secuestro, por una violación. El pueblo es el que alimenta las filas del desempleo y de los inmigrantes. Así es, el pueblo, el sufrido pueblo es el pagano, pero que también posee la memoria corta, que vive bajo la histórica esperanza de que el gran gobierno y su tlatoanico líder les rescaten de su eterna condición de miseria, y cuando esto no ocurre se castiga por medio del invento social llamado democracia, por eso el PRI no seguirá siendo gobierno y le han dado oportunidad a Morena, sólo que en Morena aún no han entendido que así como llegaron, literalmente por que fueron la herramienta de castigo, así se podrán ir.
Los de Morena están sentados en un barril de expectativas, para muchos mexicanos ellos son los que salvarán a la patria y eso es un terrible espejismo, pues cuando el mexicano de a pie se dé cuenta que los muertos no disminuyen, que los asaltos no bajan, que la violencia sigue en aumento, que sus bolsillos no rinden, a pesar de la maquillada austeridad en este nuevo gobierno, cuando sigan sin tener agua en sus colonias, cuando miren con frustración como el precio de la gasolina no baja, cuando nos demos el frentazo con un México de realidades y no de discursos de campañas, cuando se caiga el telón y nos demos cuenta de que estamos presenciando el mismo espectáculo de siempre, sólo que con distintos actores, cuando el 2019 nos abofetee, entonces vendrán las cascadas de acusaciones, de pretextos, los veremos acusando a los que estuvieron y la historia se repetirá y este pueblo, nuevamente el eterno pueblo mexicano se dará cuenta que lo que hoy se ve en el Congreso mexicano es la tragedia que le acompañará hasta que se muera. el del circo politico.