EN 1968 EL EJERCITO MEXICANO EVITA EL GOL…

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SE VAN A CUMPLIR CINCUENTA AÑOS DEL Movimiento Estudiantil Popular de 1968, hemos sostenido que en el caso mexicano, el movimiento no surge de una profunda reflexión teórica e ideológica tal como surgen en Los Estados unidos en la lucha por

la paz y la lucha contra la segregación racial, como surge en Francia con la combinación de los cuerpos sindicales controlados por los miembros del Partido Comunista que al final de cuentas no brindan su apoyo a los jóvenes y se les deja solos en su confrontación en contra del poder, alegando que los sindicatos no tienen por qué meterse en las trifulcas de los jóvenes pequeño-burgueses, o como en Polonia, donde los jóvenes luchan por encontrar un camino democrático dentro de un país socialista, o en Alemania donde los jóvenes se confrontan contra los gobiernos comunista y capitalista buscando encontrar las grietas del Muro de Berlín que, años después, fuera tirado, y el símbolo de una nueva etapa, en México, el movimiento estudiantil es parte de la guerra fría y de la forma en que los grupos radicales de la CIA se empeñaban en confrontar a los grupos juveniles, para mostrar las virtudes de sus guerras “controladas” especiales, donde al provocar, decían ellos, saldrían de sus madrigueras los jóvenes revolucionarios y comunistas a los que tenían que eliminar para mostrar que, la fuerza imperialista, si no llegaba como en otros países al “golpe militar”, sí podía con los elementos a sus servicio incrustados en el gobierno, al conocerse que, por ejemplo, Díaz Ordaz, Luis Echeverría, Corona del Rosal, el jefe del Estado Mayor y el de las policías políticas, eran parte de los espías al servicio de la CIA, y por esa razón, gozaban de su apoyo y de su fuerza, al parecer, uno de los pocos funcionarios nacionalistas que gozaba del apoyo del General Lázaro Cárdenas, era, Marcelino García Barragán, y su contrapeso en la CIA lo era, nada menos que, el Jefe del Estado Mayor Presidencial, General Luis Gutiérrez Oropeza que, al final de cuentas, a pesar de que los miembros del CNH habían aceptado negociar con los representantes del presidente: Jorge de la Vega Domínguez y Andrés Caso Lombardo, en la casa del rector, antes del dos de octubre, y se llegaban a los acuerdos de que: Suspenderíamos las movilizaciones estudiantiles y retornaríamos a clases para evitar que se generarán conflictos en la realización de los Juegos Olímpicos, que se nos permitía realizar el mitin en Tlatelolco para comunicar a las bases estudiantiles de que iniciábamos clases y se iniciaban las negociaciones, que se conformarían comisiones por cada uno de los seis puntos del pliego petitorio para resolverlos en forma conjunta y que, suspenderíamos la marcha programada de Tlatelolco al Casco de Santo Tomás, con esos acuerdos con los representantes presidenciales, realizados en la casa del Rector, Barros Sierra, todos confiamos en que se respetarían y llegaríamos a una nueva etapa de conciliación, negociación y diálogo con las autoridades, lo que se nos olvidó era que, en esos tiempos de represión con Díaz Ordaz, el gobierno y el sistema no aceptaban la conciliación, el diálogo o la negociación, el sistema imponía y mostraba su músculo ocupando a los cuerpos de la represión, en este caso, tal como lo mostramos en EL LIBRO: LA TRAICIÓN SE VOLVIÓ GOBIERNO escrito con José García Sanchéz, Y como lo muestra también, Julio Sherer y Carlos Monsiváis en su libro que es parte de la biografía, dada en manuscrito por el General Marcelino García Barragán a ellos, se convierte en el libro: PARTE DE GUERRA, que pocos meses después, también, analiza Carlos Montemayor, y donde se da a conocer que la verdadera TRAICIÓN A LOS ACUERDOS DEL MOVIMIENTO  Y LA REPRESIÓN ARMADA, SALIÓ DE LAS INSTRUCCIONES DEL PRESIDENTE Y DE SU JEFE DE ESTADO MAYOR CON EL APOYO DE LA SECRETARÍA DE GOBERNACIÓN Y SUS CUERPOS DE LA POLICÍA POLÍTICA, ASÍ COMO EL APOYO DE LAS POLICÍAS TRADICIONALES QUE MANIPULABA, Corona del Rosal. Así, lo hemos señalado, y una cosa más que debemos saber es ,que cuando fui trasladado a comparecer ante Marcelino García Barragán, este, además de encabronado estaba totalmente indignado porque el entonces embajador de Estados unidos en México, con la consigna de buscar la eliminación del nacionalismo del Ejército Mexicano, alentaba el Golpe Militar en contra de Díaz Ordaz, al considerar, la CIA, que  había terminado con su tiempo político, y si hay algo que se le debe a García Barragán, ha sido su patriotismo al salvar el civilismo mexicano e imponerse con sus mandos, en contra de dicho golpe militar… esta es una parte de lo que debemos conocer del 68, y no las boberías de los “dirigentes”, que en su ambición, siguen buscando los puestos con presupuestos…