El licenciado Juan Velázquez ha sido, por mucho tiempo, el abogado personal de Luis Echeverría Álvarez y es el que en la defensa del ex presidente, logró que fuera declarado inocente cuando la fiscalía para la investigación de los delitos del pasado
había logrado acorralardo acusándole de delitos de lesa humanidad. Creo, firmemente, que no es ajeno a muchos de los acontecimientos políticos generados en su administración durante el gobierno de Díaz Ordaz y el propio, pero creo que es justo decirlo que, cuando menos, tuvo gestos importantes para entender los cambios necesarios en el mundo y en el país, y se arriesgó a hacerlos, aunque al final, fuera derrotado por las fuerzas reaccionarias y por las conspiraciones de los propios norteamericanos que, anteriormente, fueran sus aliados más importantes.
Muchos de los verdaderamente participantes del movimiento estudiantil consideran a Echeverría como el verdadero responsable de la matanza y se olvidan que, al final de cuentas, el responsable directo y aceptando el hecho y los acontecimientos, lo fue, sin duda alguna, Gustavo Díaz Ordaz, quién instrumento la traición en Tlatelolco con su propio jefe del Estado Mayor presidencial, tal como lo denuncia en sus memorias el General Marcelino García Barragán, y que están consignadas en el libro publicado por Julio Scherer: PARTE DE GUERRA, y en el nuestro, que publiqué con José García: LA TRAICIÓN, SE VOLVIÓ GOBIERNO. Así se van destruyendo muchos mitos que se aceleraron por medio de los compinches de algunos maestros y estudiantes que pertenecían al Partido Comunista Mexicano y que al final de cuentas, moviendo sus piezas en el oportunismo político, lograron colarse en las reformas políticas alcanzadas, no por el movimiento y menos por ellos, sino que fueron dadas como dádivas, por el propio sistema, para mantenerles dentro del chiquero de la política nacional, y ahí siguen haciendo, ahora, negociaciones en favor del partido y los cuadros de la reacción en el país y han logrado mostrar sus traseros , sus cobardías y traiciones al pueblo mexicano.
Curiosamente, muchos de esos “cuadros políticos”, trabajaban en la realidad con la DFS, a las órdenes de Miguel Nazar Haro, y de ahí lograron desmantelar la organización política democrática más importante que se había generado, espontáneamente, por los jóvenes en un sistema dictatorial y represivo que no aceptaba ni aceptaría negociaciones ni diálogos, sino que imponía por medio de la represión, tal como se mostró, en la gran traición de Tlatelolco, cuando en casa del Rector, Barros Sierra, la comisión del CNH se había reunido y pactado con Jorge de la Vega
Domínguez y Andrés caso Lombardo, y acordaron que se pararía el movimiento y retornábamos a clases, que se permitía realizar el mitin en
Tlatelolco y anunciar a las bases que se iniciaban las clases y se iniciaban los mecanismo para la negociación y diálogo, con la conformación de las comisiones para tratar cada uno de los seis puntos del PLIEGO PETITORIO, que suspendíamos la marcha convocada de Tlatelolco al Casco de Santo Tomás, y así, llegamos con la confianza de un acuerdo con los representantes del presidente, y nos topamos con la traición orquestada, al parecer, por él, y operada por el jefe del Estado Mayor, los agentes de la DFS y los policías que comandaba el licenciado y general Corona del Rosal, cuando ya el movimiento, estaba en una vorágine de la sucesión presidencial adelantada, donde Echeverría les ganó la partida a los demás, y donde, desde el poder, se operaba la conspiración final para tratar de acusarnos a los estudiantes como los causantes de la tragedia, cuando éramos víctimas de esa política de: ENCIERRO, DESTIERRO O ENTIERRO, que venía operando desde hacía muchos años en el país. En tales condiciones creo que, Echeverría, podría tener algo de injerencia en tales actos generados desde el Estado Mayor y seguramente con la autorización del presidente Díaz Ordaz, pero no hay duda de que él, quería cambiar muchas cosas y que no las logó, y así queda en medio de los verdaderos traidores y de la acción concertada por la derecha nacional e internacional con los acuerdos de Estados Unidos, y ahí es donde el ex presidente, debería aclarar qué sucedió en esa etapa que daño tanto al país y generó la ruptura real de la política independiente de México a nivel internacional, y abrió las puertas al entreguismo y la desnacionalización de la política para permitir que los gringos, nuevamente, se apoderaran del país por medio de los cuadros formados en Estados Unidos, tal como lo habían diseñado, años atrás, para la conquista de México, y así, entraron los tecnócratas desnacionalizados y terminan vendiendo al país y generando una enorme crisis de confianza y credibilidad, del pueblo, en contra de las instituciones, de los partidos y de la presidencia de la república… hasta que, pues, se pueda encender una mecha que incendie la pradera, y entonces, sí que la jodimos…Mientras alegamos pendejadas, Donald Trump, sigue chingando a los niños y a los mexicanos y robando nuestros esfuerzos para una vida mejor… sigamos haciéndonos pendejos, hasta que veamos que no hay retorno…un pueblo acobardado y sin patriotismo es un pueblo vencido de antemano.