LA VIDA POR SUPUESTO QUE BRINDA MUCHAS SORPRESAS, un día andas en las nubes y al otro estás en el
suelo tratando de sobrevivir, otras más, de la nada, olvidadas las mujeres en los secos terrenos de la MIXTECA, allá en Tlaxiaco, que ha marcado la vida de Oaxaca, unas veces como la pequeña Francia y otras como un municipio cerrado y golpeado por la miseria, la desocupación y el olvido, recibe ahora las noticias de que una de sus hijas, mujer estudiosa, formada en la Escuela Normal de Oaxaca como maestra de educación básica, buscando empleo en lo que le gustaba y teniendo que adaptarse a la fabricación de piñatas para sobrevivir, llega, como de bote pronto a las cámaras para descubrir la vida del cineasta Alfonso Cuarón, allá en la colonia Roma y, ella, descubriéndole como magia encarnando a la chica que cuidaba la casa y era como una parte de la familia, lejana en el trato de los adultos pero cercano al cariño y al afecto de los chicos que gozaban con su afecto, cuidados y amor en esas épocas donde quedan los recuerdos bien grabados en el corazón y así, Yalitza, de pronto toma las luces y las sombras y encarna su propio yo y sale a dar lecciones de vida y de gestos y sonrisas y tragedias a lo largo de este recuento de vida del cineasta en sus años mozos, como que vuelve a los viejos tiempos e incluso, los blancos y negros se conspiran con los sentimientos y las emociones y ahí, Yalitza, es ella, sonriente, con su cara fuerte de joven india mixteca y llega de la derrota al triunfo y la fama, de nuevo, a recibir un homenaje en su Tierra a la que ama y extraña, de la que se formó y se forjó y ahí, recibe las atenciones y el reconocimiento de parte de Karla Martínez de la revista Vogue México y va acompañada de Ivette Morán de Murat, de Lila Downs, de Georgina Meneses de Eufrocina Cruz Mendoza, Ana Vázquez Colmenares, Adriana Aguilar y de su pueblo, de su gente, de la que tomó su magia y su estilo, su corazón valiente, y debe ser impactante para una chica como ella los cambios violentos de vida y de conocimientos de formas de estar y de ser, pero allá, en la Mixteca, en Tlaxiaco, ahora conocido y reconocido, por una joven mujer, maestra, mixteca y formada en su tierra, los tiempos y las tareas del cambio van poco a poco, entre los comales y las tortillas, las clayudas y los mezcales y las canciones que rescatan Lila y la Meneses que nos hacen llorar o reír o bailar y de ahí, de esas tierras secas, desiguales, abandonadas, nace la nueva estrella que nos alienta a ver la vida distinta y con el poder de cambiar, para bien, sin duda alguna.
Ahora ha sido una llegada fugaz, motivada por un reconocimiento más que merecido, llegando al centro del Templo de Santo Domingo rescatando su flora en bellos jardines, diferente a la tierra seca y abandonado de la Mixteca y de esa parte del “aeropuerto” que marca a Tlaxiaco, en una época, como una pista clandestina donde bajaban los avioncitos cargados de “fayuca” llevando en sus entrañas la marihuana de la costa y de la sierra, ahí, donde sigue la miseria y el abandono, donde continúa la violencia de los nuevos cadeneros y pandilleros que lo mismo trafican huachicol que drogas o se alquilan como moto taxistas y halcones o sicarios de pacotilla, ahí donde asesinaron a su presidente recién electo, ahí, donde los favores y los agravios no se olvidan, ahí, donde el agua es escasa al igual que el empleo y hay que reconocer que entre todo ese enorme desmadre dejado por gobiernos anteriores, Alejandro Murat, hace esfuerzos para llevar nuevas obras e imponer la seguridad, no es tarea sencilla, los recursos son escasos y las necesidades muchas y los hampones abundan y los policías pocos, mal preparados y sin equipos, hacen lo que humanamente hace un agente en esas condiciones, pero ahí van, hoy, con los ojos del mundo puestos en ese sitio, así como en la colonia Roma llegan muchos a conocer las calles y las casas y los perros y las viejas historias para adaptarse a Roma, igual, comienzan a llegar de visitas a Tlaxiaco muchos mexicanos y extranjeros alertados por Yalitza y su seno familiar y de su historia, por ello, todos le agradecemos su humildad y su grandeza, todos entendemos que debe ser impactante el cambio y cuesta mucho conservar las raíces pero, allá son fuertes y grandes y por ello, con esas raíces mixtecas le salieron a Yalitza las alas largas de libertad y, el cambio, sin duda, será bueno para esa región y el estado, porque hay que entender que, cuando una estrella sube al cielo desde los claros cielos de Tlaxiaco, se ilumina la vida de muchos oaxaqueños, en sonrisas, recuerdos, sabores, colores y sueños… Bien por Yalitza y bien por Alejandro Cuarón…Bien por la revista Vogue que reconoce el impacto y el valor de Yalitza y su rostro que muestra vida, bien por las guerreras oaxaqueñas que arroparon a su par en la lucha por el nuevo trato a las mujeres y el fin de la violencia, que con sus cantos o sus acciones, como Ivette Morán, dan muestra cada día del trabajo diario y constante al que hay que entregarse, y la arroparon como suya, bien por las oaxaqueñas y oaxaqueños que defienden sus raíces y se sienten orgullos de ser como son porque son valientes, honestos y creativos en la vida… Gracia, pues, Yalitza, por esa lección de vida.