Una tras otra, falta de coordinación, fallas de dedo y correcciones. Que se les retira la
autonomía a las universidades, que se les reduce el presupuesto, que hubo corrupción en el nuevo aeropuerto no que siempre no, que se hace promoción electoral en un video de turismo (ya lo bajaron), que la Guardia Nacional es militar no que es civil, que no son conservadores mezquinos que son neofascistas, que no es gasolinazo que es administración de impuestos, que si mintieron en sus historiales académicos los miembros del gabinete, que si la Secretaria de gobernación reservó la propiedad de un departamento en el extranjero...pero con la seguridad nacional y la vida de semejantes no se juega. Se anticipó que por seis años estaría reservada la información acerca del accidente del helicóptero en Puebla donde perdieron la vida cinco personas entre éstas Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle. Señalaron que por “seguridad nacional”. Ahora resulta que no, que se trató de un mal entendido, vamos una confusión. Entonces las grabaciones serán presentadas en “ la mañanera” pero se sospecha se trata de sonidos fragmentados, editados. La especulación se está multiplicando y los tropiezos de Jimenez Espriú ya son muchos y contundentes. Hay aspectos técnicos y humanos que deberían tener una transparencia elemental y sea cual sea la realidad así asumirla y divulgarla. De no ser así, el gobierno perderá fuerza en su argumentación. Recordemos que luego del accidente el pasado 24 de diciembre, la empresa propietaria de la aeronave fue la primera en dar la cara ante la opinión pública asegurando que todos los trámites, regulaciones y mantenimiento del helicóptero estaban en estricto orden de acuerdo a las disposiciones legales. Después de soltó el rumor que hubo una pieza pirata en el rotor y hay quien pretende sustentar que se trato de un acto deliberado. Veamos que nos dicen y lo más importante, cómo lo dicen.