Pues continúa la llamada Coordinadora Nacional de Trabajadores de la
Educación bailando impunemente en el país. Saquean, secuestran, bloquean y ahora el Presidente asegura que ya dio “órdenes” a su secretario de educación para que retire toda información que afecte a su movimiento en los libros de texto que vale decir, ojo, no han iniciado su impresión y por lo visto no estarán listos para el próximo ciclo escolar. Muchos miembros de la CNTE son auténticos maleantes incrustados en una organización violenta que está haciendo un daño irreparable a la nación. Ya ni siquiera saben si van contra las estructuras aplicadas por Peña Nieto o es su deber atacar las ocurrencias de López Obrador. Y si en verdad de transparencia y honestidad se trata, y ya que la mafia del poder ni quiso ni pudo, sería conveniente, necesario y obligado que amlo en las mañaneras nos diera a conocer públicamente quiénes están detrás del financiamiento de estos grupos, o células, u organizaciones de reventadores que utilizan, a conocimiento del Ejecutivo, a los pobres como carne de cañón. Por qué las autoridades complacientes permiten que activistas sin recursos mentales, pedagógicos e incluso éticos están al frente de miles de niños que merecen educación, no adoctrinamientos. Por qué no se pone un alto a estos malandros que secuestran instalaciones federales para destruirlas, que atentan contra la propiedad privada, que destruyen patrimonio nacional y se oponen firmemente al desarrollo. Por qué, simplemente que contesten a estas interrogantes.