¿Con quién gobernaran la Cámara de Diputados?

sinpunto

La segunda etapa del Gobierno de Enrique Peña Nieto será quizá la más importante. Independientemente de las iniciativas que fueron producto del Pacto Por México, necesitara complementarlas con aquellas que se refieren a la reglamentación del poder, la reactivación de la economía, el establecimiento de las reglas con que se regirán los sectores energéticos y de telecomunicaciones, además del utilizamiento de las bandas electromagnéticas propiedad de los mexicanos y que serán concesionadas a particulares para su explotación previo pago de una parte convenida de las utilidades. El partido en el gobierno requerirá generar consensos en la Cámara de Diputados para las iniciativas que le otorgarán operatividad y viabilidad a la estructura gubernativa, con los que hará frente a los desafíos que le impondrá la última etapa del sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto.

Eso quiere decir que la gobernabilidad tendrá que ser acuciosamente revisada para estar en posibilidad de responder a los retos finales, y con ello a la viabilidad de los proyectos del último tramo. Independientemente de la funcionalidad de las instituciones de la Administración Pública Federal, un factor importante será la conformación de la Cámara de Diputados, pues de ahora en adelante habrá mayores renuencias de parte de las oposiciones a participar en los proyectos gubernamentales porque eso implica preparar el escenario para el desarrollo de la elección presidencial del 2018.

Eso augura problemas y dificultades a la hora de la negociación, a menos que el partido en el poder tenga la capacidad de convencer a las oposiciones de la necesidad de caminar en un solo sentido, y para no decirlo de la forma más lastimosa para los tricolores, creo que vivirán un infierno como pocas veces lo han pensado, meditado o sentido. Y no es que las oposiciones tenga la consigna de combatir todo lo que huela a partido en el gobierno, simplemente es que los cánones indican que así tienen que ser las cosas si se quiere llegar a establecer un ambiente propicio para la negociación. Quienes tienen que dar de sí son los tricolores, pero con las decisiones tomadas en torno a las cuotas de poder que entregaron en la integración de las candidaturas plurinominales, el ambiente se torna un poco difícil.

Sin lugar a dudas se requerirán hombres y mujeres que tengan un perfil más proclive al entendimiento y a la negociación con las oposiciones. Y eso quiere decir que se requerirá hacer mucha política, tener mucha paciencia, e hilar todos los días, a toda hora, y establecer pactos y convenios. El problema es que gobernar la Cámara de Diputados con perfiles como los de Guillermina de la Torre, Carmen Salinas, Mar o Antonio García Ayala, Fernando Espino Arévalo, y otros tantos favorecidos por no se quien que pululan por ahí no resultara fácil. Podrán decir que hay muchos otros que lo pueden hacer, pero hasta ahora no veo a ninguno con la estatura suficiente como para encabezar los esfuerzos por una negociación, y mucho menos para intentar una negociación. Creo que esta será una de las bancadas mas obscuras del tricolor. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.