De muchas cosas tiene que avergonzares este país, pero principalmente de los más de cincuenta millones de pobres que hemos construido al paso de los años, y los más de vente millones que hasta ahora mantenemos en la pobreza alimentaria, es decir, aquellos que ni siquiera tienen la oportunidad de comer tres veces al día. Son muchos los motivos por los que la pobreza se nos ha acentuado, pero principalmente por la nula capacidad de nuestros gobernantes para hacer realidad ese adagio de procurar la felicidad del pueblo, y un pueblo nunca será feliz si no cuenta al menos con la seguridad de alimentar a su gente.
Dicen por ahí que para intentar solucionar un problema el primer paso es reconocer que se tiene el problema, y si algo ha caracterizado el comienzo del gobierno de Enrique Peña Nieto es la aceptación de que México es un país con muchos problemas. Uno de ellos es precisamente la pobreza alimentaria, y en eso se ha afanado con la Cruzada Nacional Contra el Hambre, y lo mejor de todo es que participarán cerca de cinco mil estudiantes del Instituto Politécnico Nacional quienes darán servicio comunitario de diversas áreas en 28 comunidades marginadas en todas las regiones del territorio nacional.
La participación de estos grupos de jóvenes es de por sí excelente ya que les permitirá mantener cercanía con la pobreza y los pobres, lo que les otorgará una nueva visión de lo que padecen millones de ciudadanos. Ya no será simplemente la letra de las publicaciones la que les motivará solidaridad con sus semejantes en desgracia, sino el conocimiento que otorga la practica y estar cerca de esas necesidades más apremiantes que no hemos sido capaces de solucionar o paliar al menos. Me parece que la propia Directora General de la institución describió la circunstancia con precisión cuando señala que " el hambre y la pobreza, en un mundo contrastado por la abundancia, no sólo es una vergüenza moral, sino también una violación al más fundamental de nuestros derechos".
Si Enrique Peña Nieto logra cambiar el rostro de la pobreza en el país se convertirá en el mejor Presidente de la República de la época posrevolucionaria. Y si como dijo en Japón logra que nuestra economía crezca al menos un seis por ciento anual, no faltara quien le quiera levantar un monumento. Hasta ahora ha venido sacando las reformas que el país necesita, ojalá los radicales no echen todo por la borda como han acostumbrado tantas veces. Hay que reconocer que no hemos podido avanzar por su causa, que está por encima de la causa de la mayor parte de quienes habitamos este México al que tanto amamos. A tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.