Lo que fue vendido como la “joya de la Corona” del sexenio de Vicente Fox, para dar cobertura universal de servicios de salud conocido como Sistema Nacional de Protección en Salud (Seguro Popular), inició como la solución a los problemas en este renglón que enfrentan millones de mexicanos, pero al paso del tiempo se
convirtió en una especie de fondos públicos utilizados a discreción por gobernadores y principalmente por los Secretarios de Salud de algunos estados ¡virreyes!
Con Julio Frenk Mora, como Secretario de Salud del gobierno panista-foxista, recorrió el país con un discurso que vendía el Seguro Popular, que daría cabida a todos los mexicanos que carecían de seguridad social y que en principio operaría con la misma infraestructura hospitalaria de la Secretaría de Salud, lo que dio paso a la contratación de trabajadores para atender la demanda de servicios médicos de la población abierta, que suma unos 50 millones de mexicanos en condición de desprotección médica ¡espejismo!
Van más de 12 años de operación, se contrataron a miles de trabajadores que suman unos 200 mil a nivel nacional, con recursos del Seguro Popular, pero esto fue insuficiente para atender los servicios de salud y médicos de la población abierta, porque la infraestructura hospitalaria empezó a “crujir”, por la falta de medicinas, médicos, enfermeras, camas, ambulancias y hasta los productos básicos de limpieza y esta es la situación en la que se encuentran cientos de hospitales, clínicas y centros de salud ¡alertas!
Sin embargo, los recursos presupuestales vinieron incrementándose año con año, pero sin alcanzar a cubrir todas las necesidades, los cuales fueron entregados mediante el programa de descentralización de los servicios de salud a los gobiernos de los estados, concretamente para ser ejercidos por los Secretarios de Salud de las entidades, ya fueron del color que sea, amarillos, verdes, tricolores y azules ¡billetiza!
Lo que siguió fue el deterioro de los servicios de salud para la población abierta y sin seguridad social, traduciéndose en sobre cargas de trabajo, rezago administrativo y burocrático y sobre todo, carencia de equipos y materiales para atender enfermedades, sobre todo, las llamadas de alto riesgo, muchas de las cuales no son cubiertas por el Seguro Popular, convirtiéndose en una especie de paliativo para los pacientes que acuden a solicitar estos servicios de salud a través del Seguro Popular ¡carencias!
Así pasaron los sexenios de Fox, de Calderón y ahora en transcurso de Enrique Peña Nieto, don un marcado deterioro del Seguro Popular, que pese a que cada año incrementa sus presupuestos, estos son manejados a criterio de los Secretarios de Salud de los Estados, porque no se implementaron los candados suficientes que permitieran un control adecuado de los recursos públicos, incluso pese a que estos pasaron para su aprobación por el Congreso de la Unión ¡manejos!
Incluso durante el sexenio de Felipe Calderón, se dio mucho revuelo a la inauguración de hospitales en diversas entidades del país, muchos de los cuales quedaron cerrados con candados, porque nunca se equiparon y solo estaban los edificios, pero sin servicios, sin médicos, enfermeros y personal administrativa, sobre todo en aquellas regiones donde la inseguridad ha permeado con violencia y donde los difícilmente los trabajadores querían laborar por las represalias, secuestros y cobro de piso, prácticas comunes en esas entidades, como Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, entre otros ¡inseguridad!
A la carencia de infraestructura, medicamentos, equipos y lo indispensable para la operación de los hospitales, centros de salud y clínicas de la Secretaría de Salud, se sumó la falta de seguridad social de miles de trabajadores, lo que llevó a la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud (SNTSA), liderado el diputado federal priísta Marco Antonio García Ayala, a exigir la formalización de más de 200 mil trabajadores bajo el régimen de “precarios”, llevando dos etapas y quedando pendiente una en la que faltan unos 70 mil trabajadores a nivel nacional y que se encuentra estancada ¡formalización!
Por eso, el senador priísta Joel Ayala Almeida, líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), puso el “dedo en la llaga” al señalar que el Seguro Popular se ha convertido en “caja chica” y el programa es un “parche mal pegado” que asfixia la infraestructura hospitalaria del sector salud y así es en efecto, porque las carencias están a la orden del día y no ha sido la solución ¡precisión!
Pero hay otras voces que afirman que los Secretarios de Salud de los estados se convirtieron en “virreyes” con manejos millonarios de recursos, lo que les permitió abultar las nóminas con parientes, familiares, amigos, compadres y hasta amantes, que no se presentaban a laborar sino solo a cobrar, en tanto que los salarios de los trabajadores han sido castigados, pero hasta el momento ninguno de estos servidores públicos ha dicho esta boca es mía, sobre el manejo millonario, por eso ahora que viene la próxima conformación del Presupuesto Federal 2017, lo que se espera es que le pongan candados al Seguro Popular, para frenar el desmedido derroche, así es que ahí está esta “papa caliente” para el Secretario de Salud, José Narro Robles ¡freno!
DE TODO UN POCO…CTM...Muy al pendiente se encuentra la dirigencia de la CTM, que lidera Carlos Aceves del Olmo, para conocer de inmediato la iniciativa de Reforma Laboral que lo más seguro es que entre en este periodo ordinario de sesiones, que inicia este 1º. De Septiembre, porque no quiere que le metan gol a los derechos de los trabajadores, aunque algunos funcionarios de la Secretaría del Trabajo, dicen que llevan muy buena relación con las organizaciones obreras ¡alerta!...PENSIONES…Sin duda que más de uno los legisladores ya tomó nota de la “bomba de tiempo” que significan las pensiones, por lo menos lo verán cuando lleguen a este capítulo en el Presupuesto Federal 2017, porque abrirá un “boquete” financiero para cubrir el pago de las mismas, a ver que se les ocurre proponer o estallará el asunto ¡aguas!...INFORME...El movimiento obrero organizado tiene confianza de que se mejorará la situación económica y sobre todo, en materia de empleo, inversión y mejores salarios, pero también exigen que se genere un clima laboral favorable para evitar conflictos entre los factores de la producción, al menos así lo estima el líder de la CTM, Carlos Aceves del Olmo, respecto al 4º. Informe Presidencial ¡confianza!...CONADE…Se los dijimos, ya no hagan corajes Alfredo Castillo, no caerá de la Conade, mejor tumbaron Dilma Rousseff, presidenta de Brasil ¿Quién tiene más poder?. Hasta la última.