Fortalecer la Ola Democrática de AL

No es como quisiéramos, ni es como imaginábamos; pero es...

Andrés Manuel, Fernández, Boric, Petro, Lula, son grandes dirigentes populares, gigantes electorales, con diferentes caminos politicos, con distintos matices ideológicos, con proyectos históricos indeterminados, con una gran diversidad de compromisos politicos, pero todos coinciden, con Cardec, Ortega y Maduro, y muchos dirigentes regionales más, en grandes proyectos nacionales de bienestar social para sus pueblos; todos tienen la necesidad y la obligación histórica de fortalecer sus estructuras electorales, pero más, mucho más, de crear verdaderas estructuras de desarrollo y fortalecimiento de grandes aparatos de conciencia política social organizada. Va más allá de la maquinaria electoral, tiene que ir más allá de las simpatías temporales hacia los grandes fenómenos populares, tiene que crear organismos que trasciendan el fervor popular inmediato; lo que tienen que hacer, por ahora se llaman partidos políticos, conscientes, organizados, con propósitos ideológicos claros, comprometidos, consecuentes, sin miedo a las palabras, ni a la competencia de nuevos dirigentes sólidos, con imaginación de futuro, innovadores de tácticas pero siempre seguros de la estrategia.

Esta ola democrática, popular, libertaria, de antiimperialismo y nacionalismo  moderado, de reformas sociales tímidas, de críticas fuertes a la corrupción de los políticos y de llamados a las buenas conciencias burguesas que hoy viven nuestros pueblos y gobiernos, en el contexto de la guerra mundial por la hegemonía entre las viejas potencias colonialistas europeas comandadas por su amo imperialista norteamericano, en contra del nuevo eje comercial, político, militar, China - Rusia, debe enfrentar principalmente dos grandes retos.

Por una parte, al propio imperialismo norteamericano y sus aliados europeos, apoyados por las burguesías locales asociadas, y por la otra, debe enfrentar a su propia debilidad, la falta de organización de largo plazo, de la falta de proyectos definidos, la ausencia de compromisos históricos, el exceso de precaución, y el miedo a definir el rumbo.

Podemos comprender que es táctica, pero ¿hacia dónde puede conducir un liderazgo que a nadie le dice para dónde va?

Durante más de doscientos años, los pueblos han experimentado y sufrido diversos procesos e intentos considerados revolucionarios, que han obtenido triunfos temporales, y que más tarde han sido derrotados.

Tendremos que mencionar, aunque sea muy brevemente diferentes procesos que colapsaron, pero, sobre todo, tenemos que preguntarnos cuáles fueron las causas de que fracasaran, e incluso, debemos considerar si sus dirigentes, o las circunstancias, los hicieron surgir antes de tiempo, o los líderes se equivocaron.

Vivimos y sufrimos una etapa del capitalismo mundial en la cual el éxito consiste en tener grandes fortunas; hoy, menos de mil familias son dueñas del mundo y miles de millones de personas viven en la pobreza extrema o en límites de pobreza.

¿Así debe o tiene que ser?

¿ Existen alternativas?

Intentemos, con la  brevedad de estos articulos, algunas respuestas.

Arturo Salcido Beltrán
* diputado federal por el partido comunista mexicano, 1979-1982.
* presidente del colegio nacional de economistas, 1989-1992.
* director general de publicaciones del instituto politécnico nacional, 2001-2010.

This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

@AsalcidoB