El presidente de México, Enrique Peña Nieto, abandonó el domingo el hospital tras una sorpresiva operación quirúrgica el viernes para extirparle la vesícula biliar, y dijo que no modificará su agenda que esta semana incluye la visita de los reyes de
España.
Peña Nieto se sintió mal durante la madrugada del viernes, lo que provocó la operación, de la que sus médicos habían dicho que se recuperaba favorablemente.
A su salida del hospital, el presidente dijo que continuará con su agenda de trabajo normal, aunque mencionó que tendrá que seguir recomendaciones médicas como la de no hacer ejercicio por algunos días.
Además tendrá que "bajarle un poquito a las grasas" añadió.
El presidente, quien asumió el cargo a fines del 2012 para un periodo de seis años, fue operado previamente en julio del 2013 para retirarle un nódulo tiroideo benigno. En esa ocasión permaneció tres días hospitalizado.