El presidente de México, Enrique Peña Nieto se pronunció claramente contra la legalización de la marihuana el miércoles, poco después de que su gobierno anunciara el lanzamiento de un debate público sobre el tema.
Peña Nieto sugirió que el debate informal sobre la cuestión que se ha generado las últimas semanas ha confundido incluso a sus propios hijos. En noviembre, la Corte Suprema de México decidió que el cultivo, posesión y consumo de marihuana recreativa está permitido. Pero la decisión se aplica sólo a los peticionarios del caso, cuatro personas, y no es extensiva al resto del país.
El presidente dijo que uno de sus propios hijos le había preguntado si ya podía fumar marihuana frente a él. El presidente le dijo que no, que no se confundiese.
"No estoy en favor del consumo ni de la legalización de la marihuana", dijo Peña Nieto durante un mensaje televisado. "Y no lo estoy porque se ha acreditado, se ha evidenciado que el consumo de esta sustancia es nocivo, es dañino para el desarrollo de la juventud, de la niñez".
"Sin embargo", añadió "también estoy en favor del debate".
Solo minutos antes, el gobierno de México anunció el miércoles que en enero comenzará un amplio debate nacional sobre la legalización de la marihuana, su uso medicinal o recreativo y sus consecuencias políticas.
El secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong anunció en un mensaje televisado que la tercera semana de enero comenzarán sesiones de debate por todo el país para que "todos los ciudadanos tengan la posibilidad de expresar opiniones y posturas sobre este tema y que todos los mexicanos puedan dar seguimiento a este ejercicio".
Agregó que se realizarán varios foros regionales abiertos al público en los que participarán expertos nacionales e internacionales y en los que se discutirán todos los escenarios e implicaciones del consumo de esa planta y sus derivados. A esos foros se convocará a especialistas, investigadores, académicos, juristas y profesionales.
El debate se articulará en torno a cinco ejes: salud pública y prevención, implicaciones éticas y jurídicas, aspectos económicos y de regulación y por último, seguridad ciudadana.
Se estudiarán las repercusiones del consumo en la salud, sus efectos adictivos, sus usos medicinales y terapéuticos, las implicaciones económicas y su impacto en la producción, el trasiego y venta de ilícitos y los efectos de la despenalización en la violencia.
El resultado del debate será público, llegará al Congreso y se realizarán consultas internacionales.
Según anunció el Secretario de Gobernación, México quiere definir la propuesta que llevará a una reunión especial en la Asamblea General de las Naciones Unidas el próximo año.
Pero el presidente se opone a uno de los argumentos más utilizados por los antiprohibicionistas:
"Lo que no es válido es suponer que se hará mas fácil combatir al crimen organizado, las ventas ilícitas ilegales y los rendimientos que tiene esta actividad ilegal solo por legalizarla", dijo.
Según el presidente, "el estado tiene que hacer lo suyo para combatir al crimen organizado con la fuerza del estado sin arriesgar la salud de la niñez y la juventud mexicana".