El colapso del peso frente al dólar observado en los últimos meses, alcanzando niveles insospechados por arriba de los 19 pesos por unidad, es un tema por demás preocupante, debido a que conlleva una elevada dosis de endeudamiento, tanto para el sector público como para el privado.
Y si bien existe el optimismo por parte de las autoridades de que una vez que la volatilidad financiera disminuya, el peso eventualmente se apreciará, ante un reconocimiento por parte de la comunidad internacional de los sólidos fundamentos económicos de México, lo cierto es que las cuentas externas del país comenzarán a resentir la depreciación del peso.
De acuerdo con los datos que arroja la llamada Balanza de Pagos que da a conocer el Banco de México, el país ha venido registrado un acelerado crecimiento de la deuda externa del país.
Las cifras de ese indicar muestran que en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, la banca comercial obtuvo deuda por 32,921 millones de dólares; el gobierno contrató 27,626 millones de dólares; para los llamados Proyectos de Inversión Diferida (Pidiregas) se captaron 26,078 millones y el sector privado no bancario se endeudó con 29,926 millones de dólares.
Eso y otros renglones de menor cuantía propiciaron un endeudamiento total por 120,574 millones de dólares.
En contraste, en el mismo sexenio de Felipe Calderón salieron del país 158,967 millones de dólares de quienes buscaron proteger sus recursos en otros países: 48,373 millones de dólares para depósitos en el exterior; 69,172 millones para inversiones en el exterior y 41,420 millones del renglón de otros.
***********Constante salida de capitales**********
En ese sexenio salieron casi 40,000 millones de dólares más de lo que creció la deuda, porque quienes sacaron capitales aprovecharon que también había recursos generados por la inversión extranjera, la que supuestamente viene a apoyar al país.
En el sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto, en tan sólo 11 trimestres, el endeudamiento total sumó 91,308 millones de dólares.
En ese período, el gobierno contrató deuda externa por 39,569 millones de dólares; la banca comercial adquirió deuda por 19,536 millones de dólares y las empresas privadas contrataron 30,547 millones de dólares.
Ahora, en sólo once trimestres, las salidas de capital suman 80,850 millones de dólares: 49,986 millones para depósitos en el exterior; 27,905 millones para inversiones en el exterior y 2,958 millones por otros conceptos.
Alfonso Ramírez Cuéllar, ex secretario de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, explica que seguramente el Banco de México argumentará que la deuda del sector público es sólo una parte del total.
Sin embargo, explica, en promedio trimestral, mientras en el sexenio de Felipe Calderón creció en 1,151 millones de dólares cada trimestre, en el de Enrique Peña crece a un ritmo de 3,597 millones de dólares cada trimestre.
No cabe duda que en los últimos años México ha sostenido políticas monetarias y fiscales consistentes y disciplinadas, que respaldan su estabilidad macroeconómica y con la puesta en marcha de las reformas estructurales el país se ha convertido un destino atractivo para las inversiones.
Desafortunadamente, dice el exdiputado federal, todavía hay ciertos sectores que se muestran reacios al cambio lo que, aunado a la incertidumbre y volatilidad financiera del exterior, ha traído mayor desconfianza en la economía y por ende en un desplome del peso sin precedentes.
Será urgente, pues, un cambio de actitud para tratar de revertir la grave situación de la moneda y el crecimiento del endeudamiento externo, enfatiza.