Fuensaldaña.- México constituye un mercado con muchas oportunidades de inversión para el mundo y para España, sobre todo ahora que se ha abierto con las reformas emprendidas por el gobierno actual, afirmó el director internacional de la Cámara de Comercio de España, Alfredo Bonet.
Bonet participó con una conferencia en el Congreso "Valladolid, Tierra Capital del Español", que organiza aquí el diario el Norte de Castilla y en el que México y Estados Unidos son países invitados.
Subrayó que "México es un país de oportunidades, con 120 millones de habitantes, y creciente, una clase media que crece y un mercado recientemente abierto, a través del acuerdo que tiene ese país con la Unión Europea".
Anotó que además, antes era un mercado cerrado, controlado, y el gobierno que encabeza el presidente Enrique Peña Nieto ha impulsado reformas, la de telecomunicaciones en 2013; la de energía y la financiera, en 2014; y las reformas fiscal, laboral y educativa en marcha.
"Eso hace que la economía mexicana sea más competitiva, pero más aún, México necesita infraestructuras, sus sistemas de transporte y carreteras no están a la altura de ese país, y las empresas españolas pueden tener éxito", recalcó.
También indicó que ahora México tiene una coyuntura económica difícil por el bajo precio del petróleo, la volatilidad grande del mercado financiero, la depreciación del peso frente al dólar, la desaceleración de la economía mundial y la subida de tipo de interés de Estados Unidos.
Sobre las relaciones comerciales de España y México, apuntó que el país ibérico es el segundo inversionista en la nación latinoamericana.
Se estima que en México hay unas cinco mil 400 empresas con algún porcentaje de capital español, y en contra parte, empresas mexicanas han invertido cerca de 20 mil millones de dólares en España.
A pesar de los beneficios de la globalización y de la internacionalización económica, Bonet expuso que hay una serie de razones que rechazan estos procesos, entre ellos las crisis económicas, que ocasiona rentas estancadas en las clases media y baja, con lentitud de recuperación y que además exacerba el racismo y la xenofobia.
Otras de las razones son el temor a la velocidad de la revolución digital y sus efectos y la reducción del empleo a corto plazo de menos calificación, lo cual produce desigualdad, así como la sustitución de máquinas para algunos trabajos en lugar de personas.
Anotó que muchas personas sienten amenazado el Estado de Bienestar y creen que la inmigración constituye un peligro, pese a que es lo contrario, y también hay desconfianza de las instituciones.
Sin embargo, acotó, es necesario explicar los beneficios de la liberalización, lo cual es importante y combatir las campañas en contra con argumentos, así como promover la competencia y regulación inteligente.
También, exponer los beneficios de la inmigración, mejorar políticas de integración de refugiados, ayudar a los perdedores del cambio y reciclarlos, adaptar la educación a necesidades de empleo futuro y explicar los límites del Estado de Bienestar y reformarlo.