La Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión A. C., mediante un comunicado emitido
el día de ayer 22 de abril de 2020, fija la postura de la ANPERT en torno a las descalificaciones y señalamientos infundados que hiciera el titular del Poder Ejecutivo de México al referirse al gremio periodístico, en donde Andrés Manuel López Obrador, como presidente de la República, asegura que en México no hay periodistas profesionales y honestos, afirmando que "todos son corruptos”.
Es por ello que me permito reproducir íntegramente el comunicado que me hiciera llegar el Lic. Carlos Ramos Padilla, presidente de la ANPERT, quien cuenta con una larga trayectoria, ampliamente reconocida en el ámbito periodístico, en prensa escrita, radio, televisión y redes sociales, con más de cuarenta años de ejercer profesionalmente el periodismo comprometido con la verdad.
Comunicado de la ANPERT
Desde su fundación, el 20 de junio de 2003, hace diecisiete años, la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) ha sostenido como elemento prioritario la superación académica de sus miembros.
Entendemos que de tiempo atrás y por la aportación universitaria, el periodismo ha dejado de ser un oficio para convertirse en una profesión, de ahí la tarea de elevar nuestros valores y conocimientos, en atención a nuestra vocación y a la opinión pública.
El periodismo y los periodistas no deben ser descalificados por la crisis promovida por otros sectores.
La evaluación, certificación y auditoría a nuestro trabajo es cotidiano, por fortuna en nuestro país se exhiben sin cortapiza diferentes corrientes de pensamiento que no proponen confrontación sino variedad de ideologías, todas respetables, que ofrecen a la comunidad elementos de juicio e información vital.
El quehacer periodístico nacional, por ejercicios equivocados, hoy se ha convertido en la más peligrosa de las profesiones, con persecuciones, amenazas y ejecuciones que muestran un altanero grado de impunidad cobijada por las autoridades. A esto se suman las constantes agresiones verbales, señalamientos y persistentes calificativos desde el poder ejecutivo.
El periodista cumple con una obligación como en todo empleo, pero dentro de la Academia, exigimos como responsabilidad primaria la honestidad, la integridad, el profesionalismo y muy importante, el respeto.
Catalogar al gremio de la comunicación y de la información como un elemento al servicio de intereses políticos, comerciales o electorales es mostrar públicamente la incapacidad para reconocer que un país, un estado, un gobierno y un pueblo serán mejores en tanto más educados, informados y reclamantes sean.
Los tapabocas sirven para la pandemia, no para los conductores de la opinión pública.
Todos en conjunto y en lo individual, de quienes formamos con orgullo la estructura de la ANPERT, tenemos una biografía pública y sabemos sostener nuestros argumentos, no así quienes viven del engaño, la diatriba y la manipulación emprendida casualmente fuera de nuestra profesión.
Grabar ideas empuñando una pluma, usando un micrófono o divulgando imágenes, representa un alto grado de compromiso que incluso es vigilado por la autoridad con fundamento en las leyes de nuestro país.
Proferir ofensas, calumnias, epítetos y difamaciones, sin castigo alguno, sólo dibuja la estatura de quien las emite y su necesidad de sobresalir hiriendo a otros.
En la ANPERT sabemos rectificar, estamos sujetos a una Comisión Nacional de Honor en lo interno, tratamos que cada uno de nosotros esté acreditado por una institución académica y terminamos nuestra jornada diaria dialogando con millones de compatriotas y con la frente en alto, sujetos siempre al debate limpio, al enriquecimiento de propuestas, al mejoramiento del lenguaje y al crecimiento de las nuevas generaciones.
No nos mueven los impulsos irreflexivos ni las afrentas ligeras. No aceptamos en nuestro renglón de vida el término mediocridad. Las tolvaneras que promueven algunos, no nos van a doblar, menos sus arengas radicales y sin sentido. No somos ni seremos, por convicción, ni esquiroles, ni bufones de nadie.
En la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión “todos somos uno” porque tenemos muy claro que México está por encima de cualquier grupo que pretenda desestabilizarlo. Estamos comprometidos con su futuro, porque nos sabemos responsables de nuestro pasado.
Hoy más que nunca sacaremos la casta, el pundonor y la ética, porque los que hoy hablan se irán, pero el periodista siempre prevalece, queda y construye historia, quedan testimonios.
LIC. CARLOS RAMOS PADILLA.
PRESIDENTE NACIONAL
LIC. JOSÉ MONROY ZORRIVAS
VICEPRESIDENTE NACIONAL