Reforma energética el miércoles

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Este miércoles, el presidente Enrique Peña Nieto presentará la Reforma Energética con la cual pretende promover cambios a la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos para permitir la inversión privada en la extracción de hidrocarburos.

Se prevé que  el evento que podría realizarse en Palacio Nacional, el primer mandatario justificará la necesidad de apertura del sector a la iniciativa privada y la posibilidad de concretar alianzas estratégicas entre las paraestatales y terceros como sucede en otras empresas petroleras como Petrobras en Brasil.

Además, muchos han adelantado que el primer mandatario utilizará la “bandera cardenista” para demostrar la necesidad de cambiar la política energética del país que se ha visto mermada, con la baja inversión en sectores estratégicos, poca extracción petrolera y excedente de energía eléctrica desperdiciada.

Especialistas han asegurado que la reforma que se presentará “es la más importante que el país tendrá en los últimos 30 años”, misma que según las autoridades federales detonarán el crecimiento económico como lo marca el Plan Nacional de Desarrollo (PND), en su cuarto punto “México Próspero”.

Dicho punto busca detonar el crecimiento sostenido de la productividad en un clima de estabilidad económica y mediante la generación de igualdad de oportunidades, considerando una infraestructura  adecuada y de acceso a los insumos estratégicos que permitirán fomentar los flujos de capital así como la regulación necesaria.

Cabe recordar que el PRI y el PAN aprobarán inmediatamente la enmienda constitucional, sin embargo, el PRD realizó un “plebiscito” del cual dependerá su decisión, por lo que existe la amplia posibilidad que el Pacto por México no se fracture.

Es posible que el próximo miércoles se cuente con la presencia de los secretarios de Energía, Pedro Joaquín Codwell, Economía, Idelfonso Guajardo, Hacienda, Luis Videgaray Caso y de los directores de Pemex, Emilio Lozoya y de CFE, Francisco Rojas.

Retos de la nueva reforma energética

Según estudios del Centro de Investigación para el Desarrollo A.C., México tiene problemas serios en su sector energético que no permiten la explotación de los hidrocarburos como el gas natural, generando una dependencia cada vez mayor de la producción de otros países.

Primeramente,  el aumento de las reservas del petróleo estadunidense evitará que nuestro vecino país del norte siga adquiriendo petróleo mexicano, por lo que durante esta década la producción petrolera ha disminuido, propiciando el aumento de los precios de sus productos como la gasolina que ha subido drásticamente durante los últimos meses.

“Una posible reforma energética en nuestro país tiene que contemplar soluciones a la simbiosis existente entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y el gobierno mexicano, que evita que el primero progrese, y a la encrucijada ideológica sobre la posible asociación de la paraestatal con empresas privadas en la exploración y explotación de los hidrocarburos.”, explica el centro de investigación.

Por otra parte las fuertes discusiones que han surgido por la posible apertura del mercado de los hidrocarburos en los yacimientos de aguas profundas y pozos no convencionales has despertado un debate que olvida el problema energético fundamental de la nación, “garantizar el acceso de energía a las futuras generaciones”.

Finalmente, la insuficiente infraestructura de ductos en el mercado de gas natural ha generado problemas de desabasto que hicieron crisis en 2012, evitando un uso más eficiente del combustible por parte de los industriales y repercutiendo en el sector eléctrico al elevarse los costos de producción. Esto último es delicado en un país en el que las tarifas eléctricas son de las más altas de la OCDE.