A casi un año de que se cumpla el primer aniversario de la tragedia, el presidente, Enrique Peña Nieto volvió a las comunidades afectadas por las tormentas tropicales Ingrid y Manuel para entregar 125 viviendas e inaugurar un puente que se colapsó cuando ocurrió la tragedia.
Sin el clásico traje o prácticamente de manera informal, el primer mandatario de la nación arribó primeramente a la comunidad de la Pintada la cual fue arrasada por un alud de tierra matando al instante a 71 personas, lugar donde recordó a los fallecidos para después darles con sus propias manos su hogar.
“Para recordar con respeto a las víctimas del desgajamiento del cerro ocurrido en septiembre pasado, entregamos 125 viviendas que cubren a todas las familias afectadas por el deslave, son casas dignas, con tres cuartos, baño, patio, agua, luz y vialidades", precisó.
Sin embargo la declaración no fue del agrado del secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT) quien con la mirada externó su duda por el pésame a los indígenas muertos por el alud, mientras el titular de Desarrollo Agrario, Rural y Urbano (Sedatu) Jorge Carlos Ramírez Marín celebró la construcción de las nuevas viviendas.
Mientras entregaba cada una de las casas multicolor, el ejecutivo federal recordó que cuando sucedió el desastre lo más importante para su gobierno en ese momento era reconstruir las comunidades dañadas por la tormenta tropical y darles un empleo a quienes perdieron todo.
“Frente a la capacidad destructiva de la naturaleza, mujeres y hombres de Guerrero se sobrepusieron a la capacidad constructiva para darle vida nuevamente a sus comunidades”, explicó.
Mientras recorría el político mexiquense las pobres calles de la comunidad guerrerense- aunque limpias por su presencia, Peña Nieto mencionó que su visita tenía como objetivo recordar a las 71 personas fallecidas por un alud de tierra a los 5 policías federales que perecieron cuando su helicóptero en el que viajaban se desplomó.
Con lágrimas en los ojos el presidente recordó que en los momentos de desolación que se vivían en el momento de la tragedia, comprendió por primera vez “los daños que pueden causar los desastres naturales” cuando no existe una preparación para enfrentarlos, adelantando que cambiaría la situación.
Además de las pequeñas casas, dijo que se construyeron espacios de convivencia y de servicios que la comunidad no tenía como una tienda, panadería, tortillería, carpintería entre otros pequeños negocios.
“Aquí hay una panadería, una tortillería, tienda y carpintería”; y se desarrollaron distintos servicios que apoyaron la reconstrucción y que dieron a la gente de este lugar las habilidades y capacidades para emplearse hacia el futuro en actividades productivas”, exclamó.
Finalmente instruyó a las Secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), y de Desarrollo Social (SEDESOL), para apoyar la actividad cafetalera que se desarrolla en esta región y en la comercialización de sus productos, para darles mayor oportunidad de crecimiento a las comunidades afectadas por los desastres naturales.
PURA FELICIDAD EN LA PINTADA, CARLOS RAMÍREZ
Sin conocer la realidad de la comunidad, el titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), Jorge Carlos Ramírez Marín dijo que los habitantes de la comunidad de La Pintada viven felices porque el gobierno reconstruye su forma de vida.