La “Fiebre del Consumismo” que con el “Buen Fin” -del 10 al 16 de este mes- atacó a millones de personas, sin duda agravará la situación económica de
muchísimas de esas familias que se endeudaron por sus locuaces compras con créditos “¿pagaderos?” con sus tarjetas bancarias, en lapsos de tres meses y hasta por tres años, empezando a cumplir ¿lo harán? a partir del primer trimestre del 2022.
Y me atrevo a decir esto, porque las “luces rojas” se encienden con lo que especialistas en economía coinciden en advertir que el 2022 será peor que los años anteriores en que nos perjudicó, hasta ahora, el brusco cambio de administración pública y la pandemia que también aún persiste.
Esperamos que no nos vaya a seguir diezmando el Covid 19 con un nuevo rebrote para sumirnos más en la desgracia al final de este 2021 e iniciar, bien jodidos, el Año Nuevo.
Eso de que el 2022 será peor que los anteriores lo ubico únicamente en lo concerniente a la economía, pues desafortunadamente es inútil comentar –por ahora- lo de la violencia, inseguridad, desabasto de medicamentos, desatención en las instituciones públicas de salud y el desgarriate escolar que convierten en un caos nuestras vida.
Creo que por eso y si las revoluciones o los cambios radicales en los países se desatan por hambre y mal gobierno, estamos en un tris en nuestro querido México de que empiecen a surgir brotes de violencia del pueblo miserable y de los clase medieros que ya se empobrecieron este año.
Es que la galopante inflación que casi alcanza el 7% conlleva la imparable carestía ¡de los alimentos! y también –contrario a lo que dicen las cifras oficiales- el desempleo aumenta y eso acarrea y acarreará más infelizaje, mucho coraje y gran desilusión en las familias, y más en aquellas que esperanzadas, votaron por quien acusan ahora de “tenerlos en la miseria o más jodidos de lo que ya estaban”.
Te quiero informar que en 2018 las personas pertenecientes a la clase media en México, según el Coneval era el 42.7% de la población que sumaban 53.4 millones, la cifra más alta de los últimos 20 años, pero por lo que ya leíste, en dos años, o sea en el 2020 bajó al 37.2% o sea a 47.2 millones de personas, lo cual nos dice que 6.2 millones de ellos se convirtieron en pobres.
A esta cifra hay que agregar a quienes se empobrecieron en este 2021 y luego sumar a los que se convertirán en miserables en 2022, 2023, 2024.
Esa angustiante situación se origina porque se acaba el ingreso que habían logrado muchísimos jefes de familia de las clases medias -6.2 millones- con largos años de esforzado trabajo y mucho sacrificio y que cayeron en franca picada, por lo que ya sabes, para sumarse a los 56 millones de pobres que con dificultades sobreviven.
Está confirmado que en el gobierno de la Cuarta Transformación, la cantidad de pobres subió a 62 millones, más los que se acumulen en éste 2021 por lo que la cifra de mexicanos bien jodidos puede llegar al 50% del total de la población que es de 128 millones, sin que se vean posibilidades serias de que se les pueda mejorar su calidad de vida en estos aciagos tiempos.
Caray….¡qué situación tan dolorosa y triste…!
También tengo que decirte con la tristeza que me invade, que aún hay gente de la clase media que no tiene conciencia del sombrío futuro que tiene, más bien que tenemos enfrente, y por lo mismo, se aloca gastando y se endeuda comprando a plazos con sus Tarjetas de Crédito, artículos innecesarios o superfluos.
Solo me queda terminar advirtiendo que tras la incontenible inflación, la recesión llegará enseguida para colapsar la economía nacional, incluidos obviamente, todos nosotros.
Así que….no al dispendio, cuiden su dinero, su trabajo y lo que ya tienen tú y tu familia, no gasten como antes lo hacían, se los digo por su propio bien.
Aunque suene horroroso, la neta es que: El Buen Fin, tendrá un Mal Fin para muchos. El Fin de Año 2021 será de lágrimas en vez de alegría y la temida Cuesta de Enero será para quien no entienda lo que ya leyó, el Abismo del Año Nuevo 2022 y los que vengan.
Dios quiera y no sea así…..
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