Porfirio Alejandro Muñoz Ledo y Lazo de la Vega a sus 89 años de edad y con 70 años de intensa vida política, es un hombre con bien definida ideología
nacionalista, vasta cultura, gran experiencia que, por ser respetuoso de la lealtad y la amistad, debe sentirse muy mal por la forma en que ha terminado su relación con los personajes a quienes asesoró para ser Presidentes de México. El último es Andrés Manuel López Obrador, a quien por cierto le entregó la Banda Presidencial al rendir protesta en el Congreso de la Unión.
Te diré que me atrevo a hacer este comentario porque tengo la fortuna y honor de conocer a mi querido amigo Muñoz Ledo desde 1975 (hace 47 años) cuando era presidente del PRI, gracias a que mi otro querido amigo, Augusto Gómez Villanueva quien fungía como secretario general del partido, me lo presentó en una singular e inolvidable reunión en su casa que restauraba.
Ya te podrás imaginar que conozco la trayectoria Muñoz Ledo y, por lo mismo, sería muy extenso relatarte todas las trascendentales vivencias y contingencias que ha tenido a lo largo de su siempre frenética e incansable actividad política, legislativa, diplomática, como Secretario de Estado y hasta periodística.
Por eso ahora, estoy convencido de que sin estar chocheando –como dicen sus críticos- sino que, al ver como se deteriora el país, con vitalidad y lucidez detona su inagotable espíritu patriótico y hace un llamado a los mexicanos para activar un movimiento social cuyo propósito es lograr la Restauración de la República, y por como es, te puedo adelantar que la Restauración se hace con la Reconciliación.
Aquí está el trascendental documento de Porfirio Muñoz Ledo: