El 13 de septiembre comenzaron prácticamente las fiestas patrias, la cuestionada gesta heroica, de los cadetes del colegio militar con todos los asegunes que pueda tener es un pasaje histórico que no ha sido tocado aún por la histeria del gobierno de la cuarta tiranía, quizá se les ocurra cambiarlos por los
“niños héroes de Gatell” o los “niños héroes del Rébsamen” o “los niños con cáncer” o “los niños de alto riesgo”. La historia de un país se compone de actos trascendentes o heroicos de su pueblo, la carta de la niña Zulma González García de doce años, una niña con diabetes considerada dentro de la población de alto riesgo, obtuvo una resolución de la Corte para ser vacunada, que una niña tenga que recurrir al máximo tribunal de la Nación, para que el Doctor Gatell haga su trabajo, que todavía el subsecretario Gatell, de triste memoria que pasará a la historia seguramente como el más inepto y servil funcionario por aquellas famosas y cantinflescas frases como, que los niños con cáncer forman parte de un movimiento neoliberal adversarios del presidente, que no obstante las declaraciones del Canciller Ebrard, de enviar vacunas a países latino americanos, negándose la vacuna a niños mexicanos de alto riesgo, es francamente criminal, promover una imagen de solidario con la comunidad latino americana está bien, pero no a costa de los niños, de eso no dice nada el presidente.
El tema de la pandemia sigue siendo una asignatura pendiente del gobierno de Andrés Manuel, la ocurrencia de concentrar la compra de medicamentos, pretextando luchas contra la corrupción, sin una política de prevención, es visualizar los escenarios posibles, sin planeación ni prevención sin sopesar las consecuencias y contar con medidas correctivas alternas para evitar daños colaterales, así se vio en el caso del desabasto por el huachicol, los muertos de Tlahuelilpan, igual fue el tema del culiacanazo y así se puede observar en las decisiones del gobierno actual, de ocurrencias sin planeación que ha causado muchas muertes, la conclusión es quela improvisación y las ocurrencias asesinan y son más o igual de perniciosas que la corrupción, igual también que la ignorancia o incompetencia.
Por ignorancia o inexperiencia sin duda terminando este sexenio las cárceles se van a llenar de funcionarios, que por ignorancia o corrupción actúan en la impunidad creyendo que los nombramientos duran toda la vida, no asimilan que los cargos duran poco tiempo y de estar en la cumbre, de pronto se van hasta la cárcel. No lo creen, porque se sienten incorruptos, pero incumplir con la ley siguiendo el ejemplo de Obrador, al desacatar la ley en el caso del encino les ha hecho creer que son intocables o que lo que dura un sexenio se extiende ad infinitum, pero las evidencias les regresarán a la realidad de manera cruda e irreversible.
Sorprendentemente veo a los funcionarios de la 4T tropezándose y cometiendo errores y horrores en contra de muchos mexicanos y se olvidan que solo duran seis años. Todo esto, para que finalmente el presidente admitiera sin admitirlo y dijera sin decirlo, que los niños que tuvieron que ampararse tenían razón y no eran golpistas, como dijo servilmente tratando de ganarse el favor presidencial perdido, el señor Gatell.
This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.