Los distractores de Palacio se desvanecen, los ataques contra la UNAM lograron su objetivo, igual que una mentada en un
pleito callejero, –ese es el nivel desde Palacio Nacional–, es una estrategia para distraer al “adversario”. Pero se va desgastando, ya no se pierde la vista de lo que hay detrás, es tan evidente y burdo que solo los fanáticos ciegos no lo ven, –y son muchos–, pero no es la mayoría, se puede engañar a muchos mucho tiempo, a pocos poco tiempo pero no a todos todo el tiempo, decía Lincoln. Las vacunas aplicadas Sputnik V no están aprobadas por la Organización Mundial de la Salud OMS, no obstante aún no hay evidencia que sea dañina, pero tampoco, –por el paso del tiempo–, la hay de que no lo sea, México compró, para aplicar en la población, a pesar de encontrarse en periodo de prueba, 36 millones de vacunas rusas, una decisión precipitada, pero que aún no puede calificarse ni de equivocada, ni de acertada, pero por lo pronto la primera consecuencia de ésa medida, es que el gobierno de México le falló a algunos mexicanos, que involuntariamente pasaron a formar parte de conejillos de laboratorio, sin su consentimiento, porque la emergencia orilló al gobierno y a algunos mexicanos a aplicar las que consiguieron, pero es precisamente en éstas fechas, cuando el gobierno de Estados Unidos, ha expresado que las personas vacunadas con Sputnik V, Novavax, Abdala y Soberana, no podrán ingresar a ese país. El tema puede eludirse con el argumento de que no todos los vacunados deseen ir a Estados Unidos o a algún país de Europa, pero no es cuestión de numero, es cuestión de que no se preguntó el consentimiento, y si fuera uno solo el que desee viajar a otro país, no podría.
La pregunta sería porqué unos si y otros no, –conste que no se cuestiona la efectividad de la vacuna–, el tema es el uso de mexicanos para experimentación sin consentimiento, hasta que punto el gobierno violentó un derecho humano fundamental y la responsabilidad en que incurre el presidente, si hubiera decesos, aún con la vacuna, dependiendo del numero, podría tipificarse genocidio y entonces ya estaríamos hablando de otra cosa más grave.
En el fondo campea una realidad, el presidente lanzo una moneda al aire con la vida de los mexicanos vacunados así, sí, se entiende que hasta el momento no ha pasado nada, pero se gesto un problema que el tema de la UNAM es una cortina de humo, para distraer a los mexicanos por el rechazo de esos vacunados por Estados Unidos, Obrador exigió, como es su acostumbrado “modito” en una mañanera, acusó de desidioso, al presidente de la Organización mundial de la salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, que apurara la certificación de la vacuna, solo porque al Presidente mexicano se le puede volver un problema ante la Corte Internacional de los Derechos Humanos, por aplicar vacunas a su población sin consentimiento. Por su parte el presidente de la OMS, no se dio por aludido oficialmente, solo dijo que no ha recibido ninguna comunicación del presidente de México al respecto, pero dijo que el tema se lo deje a los expertos. Es que Obrador ahora cree también que todos son sus siervos de MORENA y a un tronido de dedos de él, deben obedecerle, ante esto que puede crecer, decide usar de distractor a la UNAM. Cuestionó a una autoridad de la UNAM, al rector violentando la autonomía, sigue pensando como tirano, que también lo puede señalar. Que entienda que como ciudadano puede decir lo que quiera como presidente no, respete la autonomía, si no la entiende dese una vueltita a la UNAM a que se le explique y tenga para que entienda.
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