Mientras no aparezca una grabación o un video del presidente dirigiéndose a los mexicanos. México estaría en el umbral
de una crisis política. Es increíble que, si el presidente se encuentra bien, por qué no graba un audio corroborando que se encuentra bien de salud física y mental. Si su estado de salud es estable, entonces por qué no filmar un video con un teléfono saludando a los mexicanos, aun estando en su lecho de convalecencia, los mexicanos lo merecen, o a menos claro que no esté en condiciones de articular palabra, o que su condición física tampoco esté en condiciones de exhibir su gravedad. Las otras veces que ha tenido COVID salió a saludar, cuando tuvo una recaía cardiaca también salió hablando en un pasillo de palacio, pero hoy nada de eso. Y nadie negó el infarto, pero tampoco lo afirma.
También existe la sospecha que siendo como es el régimen actual, la enfermedad del presidente sea solo un recurso propagandístico, previo a la elección del Estado de México y Coahuila.
Ante la incertidumbre de la salud del Presidente de México, los otros poderes no pueden quedarse con la información oral que emitan los subordinados del Ejecutivo Federal. Los poderes, Judicial y legislativo ya habrían tenido que conformar una comisión por cada uno de ellos para certificar la salud – al menos aparente del presidente de México.
México debe tener – lo merecen los mexicanos – una información fehaciente verdadera, firmada por al menos un médico tratante que emita oficialmente un parte médico, que cumpla con todas las formalidades técnicas y jurídicas que expliquen cual es el estado médico-físico del presidente de México, mientras no haya ningún médico que se comprometa con un dictamen firmado por un profesional donde se certifique el estado de salud del presidente el Estado de Derecho del Estado mexicano está en el aire, pendiente de especulaciones, si no está sano ningún médico comprometerá su prestigio, por eso el secretario de Salud solo habló pero nunca nada escrito.
Los sucesos llevan a conclusiones lógicas. No asiste al desayuno programado, aparentemente por un desvanecimiento. Oficialmente dicen que nunca tuvo un desvanecimiento y que le detectaron COVID. Si así fuera, por qué dijo el secretario de Gobernación que le hicieron estudios y de pronto, dio positivo a COVID y precisamente antes del desayuno y a consecuencia de eso lo trasladan al hospital militar ah, pero deciden que al hospital naval. Obvio no solo es COVID.
Declara en su twitter que dio positivo a COVID y que su corazón está al 100, que tendría que aclarar que su corazón está al cien. No hay saludo grabado ni videos ni fotos de él.
Un twitter escrito se refiere como amigas y amigos, lenguaje que nunca ha utilizado para comunicarse, pero además pudiendo acompañarle de imagen no hay imagen.
Luego dicen que por otro efecto ajeno que se le enchueco la cara. Pero que no fue por algún tema cardiaco o neuronal.
El secretario Adan Augusto declara que está bien y que nunca se desvaneció pero la ultima foto se ve saliendo del hotel acompañado del abogado del Chapo, de que hablaron que ya no se le volvió a ver, y lo trasladan a México. ¿Eso le provocó?.
El secretario declara que el martes, daría un parte médico de la salud de obrador. Si solo tiene COVID tendría que guardar reposo y nada más como para que anunciar que mañana dará un parte médico por qué no hoy?
Dijeron que asistiría a la mañanera esta misma semana cuando la OMS establece que un paciente con COVID, debe permanecer aislados mínimo 10 días porque dicen que reaparecerá en tres.
Si se le desvío la cara es por un accidente vascular cerebral, qué tan grave, no dicen, pero tanto misterio apunta a que no lo harán caminar por los pasillos de palacio aún con suero dentro del saco como la vez que se supo que había sufrido también un infarto y salió caminando.
Finalmente, la reunión de gobernadores, a las once y el fin del periodo ordinario de sesiones del Congreso si hubieran de sustituir al presidente MORENA cuenta con la mayoría absoluta. Porque el artículo 84 prevé la sustitución del presidente y el congreso lo elige. Nuestra conclusión – ojalá nos equivoquemos, el presidente esta grave y, no saben que hacer.
Eduardo Sadot
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