Francamente no se que estarían pensando nuestras conspicuas autoridades cuando decidieron otorgarle voz y elementos a los presuntos expertos internacionales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos,
esos que vinieron a enredar aun mas el caso de la desaparición y muerte de 43 normalistas de Ayotzinapa en las inmediaciones de Iguala de la Independencia. Por principio de cuentas no son expertos, son activistas con tendencias políticas y lo han demostrado durante su estancia en este país. Ahora resulta que esta caterva de sujetos que forman parte del proceso de manipulación a que han sido sometidos los padres de los desgraciados que perdieron la vida, son mas expertos que los propios asesinos confesos que han dicho, juntos y separados, la forma en que fueron victimados e incinerados.
No se cual sea la verdadera finalidad de estos sujetos, pero me imagino que tienen la instrucción de mantener la presión sobre el Estado Mexicano para desestabilizar al país y entregarlo en las siguientes elecciones al idiota ese que anda reclamando desde hace muchos años la Presidencia de la República como si fuera su propiedad. Para decirlo más claro, los idiotas que se dicen expertos en lo único que tienen experiencia es en conclusiones falsas que beneficien determinados proyectos políticos contrarios al actual régimen. Para ellos todo lo que afecte al gobierno legalmente establecido es parte de su trabajo, y nosotros de pendejos que hemos venido permitiendo a quienes lucran con el dolor de esos padres que siguen pensando que sus hijos aparecerán n cualquier momento.
Hasta ahora hay mas de ciento cuatro personas confesas, pero eso vale poco frente a la palabra de seis imbéciles que a lo único que han venido es a manipular a hombres y mujeres cuya miseria los ha obligado a vender la conciencia misma si con ello obtienen un poco de dinero. La memoria de los 43 desaparecidos ha sido el mejor negocio del que han gozado las falanges de la izquierda radical mexicana, principalmente ese sujeto llamado Vidulfo Rosales que lo menos que pudiera merecer son unos trescientos años de encierro por todo el daño causado al comprar el dolor de esos padres afligidos. Por eso las tomas de casetas, porque es un negocio. Por eso los robos de vehículos y mercancías, porque es un negocio. Por eso las marchas, porque le siguen pagando por hacerlas porque así conviene a hombres poderosos que se han visto afectados por las decisiones gubernamentales.
Los mexicanos no podemos seguir haciéndonos pendejos, lo que existe es un membrete con hombres y mujeres expertos en desestabilización social y en encubrir delitos de las falanges extremistas mexicanas al servicio de aquel que en pasado quemaba pozos petroleros y que nunca ha recibido castigo por todos los delitos que ha cometido. El pretexto ideal es colocar contra la pared la versión de la PGR en cuanto a la muerte y quema de los cadáveres de los normalistas. Pero lo peor es que encienden la llama de la esperanza de esos hombres y mujeres cuya miseria es aún mayor desde que decidieron dejar sus hogares para buscar a sus hijos donde nunca los van a encontrar. Pobres miserables que aprovechan la miseria de los dolientes para seguir haciendo la guerra al Estado Mexicano. A eso se llama no tener madre. He dicho. Vale. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.