Recién el subsecretario de Desarrollo Nacional de la Sagarpa, Héctor Velasco Monroy, participó en un evento denominado Segundo Foro Nacional Juvenil de Agronegocios, organizado por la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR). El hecho en sí no tendría nada inusual si no fuera porque quien se ostenta como presidenta de esa organización de productores está impugnada y bajo la lupa de la ley.
Hace meses, los genuinos productores reclaman por ilegal –dicen- la permanencia de María Esther Terán Velázquez al frente de la CNPR La acusan de violentar los estatutos internos de esa organización, creada hace casi 70 años como Confederación Nacional de la Pequeña Propiedad Agrícola.
Los propietarios, auténticos productores rurales del país, también han acusado a Terán Velázquez de pretender perpetuarse en el mando de la CNPR con propósitos totalmente ajenos al papel de esta agrupación, virtualmente desmantelada durante el tiempo que Terán Velázquez ha ejercido el cargo de presidenta, aun cuando ya rebasó los dos periodos –cada uno de tres años- establecidos en los estatutos internos de ese organismo.
A Terán Velázquez se le ha señalado como sospechosa de actos de corrupción con el manejo de fondos públicos que se otorgan para incentivar la producción del agro mexicano. De igual forma, en las filas de la CNPR hay quienes apuntan a Terán Velázquez como incursa en el delito de enriquecimiento ilícito y sujeta incluso a demandas penales por diversos delitos, entre ellos el amedrentamiento armado en las instalaciones de la CNPR.
Hace menos de tres meses, la reportera de La Jornada, Matilde Pérez, fue obstaculizada en su trabajo por la propia Terán Velázquez, quien la expulsó custodiada de la sede de la CNPR con el argumento de que se dirimía allí “un asunto privado”. Curioso “argumento” para decir lo menos en una organización que administra fondos del erario público, es decir, pertenecientes a todos los mexicanos, y en consecuencia sujetos a lo que debe ser una estricta rendición de cuentas y transparencia.
También en junio fueron tomadas y desalojadas las instalaciones de la CNPR en Avenida Chapultepec como parte de la disputa por esta organización entre Terán Velázquez y miembros de la misma. En uno de estos episodios fue golpeado el doctor José Luis Verdín por un esbirro al servicio de Terán Velázquez.
Los propietarios también hicieron publicar una carta abierta en marzo pasado al presidente Enrique Peña Nieto para denunciar las conductas abusivas y al parecer ilegales de Terán Velázquez. “Ha incurrido en actos eventualmente punibles al apoderarse del patrimonio de nuestra agrupación”, se quejaron entonces los productores.
“Pedimos señor presidente que se investigue la gestión fraudulenta de Terán Velázquez”, plantearon a Peña Nieto en esa carta abierta.
Desconozco si el señor subsecretario Velasco Monroy ignora estos hechos que involucran a Terán Velázquez y la colocan al mismo tiempo bajo la lupa de la ley. No quiero pensar que el señor subsecretario conoce estos hechos, pero no le importan. Prefiero apostar a la ingenuidad. Fin
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