Cuando un gobierno municipal privilegia la trayectoria de sus colaboradores, cuando la apuesta es por los resultados, sin miramientos, sin medias tintas, estamos ante lo que se ha nombrado gobiernos plurales. La pluralidad si bien no asegura inmediatamente los
resultados, sí es un paso en la dirección adecuada, deja constancia de que estamos ante un gobierno diferente, y de eso se trata lo público y la responsabilidad de gobernar.
Ante un arranque de año contrastante en materia municipal en nuestro país, donde por un lado amanecemos con el lamentable asesinato de la presidenta municipal de Temixco, Morelos, reflejando la debilidad del municipio como figura política al ser rehén de grupos criminales, demostrando el abandono de muchas de las reformas de los últimos tiempos. Por otro, una presidencia municipal como la iniciada en Huixquilucan, Estado de México, en la que con valor político, se inicia esta administración respetando la capacidad de los funcionarios públicos, dejando de la lado las cuotas de poder, donde su Presidente Municipal privilegia la trayectoria como un elemento para asegurarle los resultados a las y los Huixquiluquenses.
Se rescata y dignifica con esto último, la labor pública, se termina con los amiguismos, se hace un lado el pago de facturas como práctica común en materia de gobierno, sin dejar de reconocer que esto es apenas un elemento necesario para ir por los resultados.
Existen quienes han visto –ya sea por desconocimiento o por complicidad- al municipio como sinónimo de enriquecimiento o como botín de grupos criminales; afortunadamente existen visionarios de lo público y lo político a nivel municipal. Para el político promedio, lo que huele a municipio sólo representa una plataforma para el siguiente puesto o cargo, pero insisto, hoy podemos asegurar que no todos piensan igual y reconocen en éste orden de gobierno una oportunidad de demostrarle a la gente que están de lado de sus prioridades. No me cansaré de repetirlo, Huixquilucan es un ejemplo de ello.
Reconocer la larga lista de pendientes a nivel municipal es una manera de honrar la palabra, que mejor momento que al inicio de éste 2016, pero esto no es suficiente frente a los hechos lamentables en otras latitudes de nuestro país, por eso, una manera de trascender es ir por los resultados, a través de gobiernos con un alto sentido de madurez.
Basta de discursos que sólo evocan a lugares comunes, basta de usar al municipio como recurso inmediato de esos políticos baratos y volteémoslo a ver como el elemento primigenio de cualquier política pública, pero en serio. Por eso celebro la llegada de gobiernos plurales, en hora buena por considerar a las y los ciudadanos como mayores de edad, es decir, como participantes directos en la toma de decisiones y no como simples receptores de los servicios y políticas públicas fallidas. Ante los hechos lamentables en otros municipios, tenemos afortunadamente, ejemplos de madurez municipal.
Dr. Luis David Fernández Araya
*El Autor es Economista, Doctorado en Finanzas, Profesor Investigador de Varias Instituciones Públicas, Privadas y Funcionario Público.
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