Resulta harto difícil que los mexicanos nos pongamos de acuerdo en muchas cosas, y creo que finalmente terminamos por nunca ponernos de acuerdo con el consabido resultado de que todo se nos queda a media o simplemente no lo hacemos y ni siquiera lo planeamos. Eso provoca que todo lo hagamos al aventón, al ahí se va, al como salga, o simplemente a ver qué sale. Somos buenos para eso, es más, yo diría que nadie nos iguala en el mundo, y eso quiere decir que somos únicos y que seguiremos así porque esa es nuestra naturaleza y lo que hacemos de esa forma nos sale bien porque ya lo tenemos muy ensayado. Y no es que pretenda yo señalar que esto es una chingoneria, pero por ese camino va.
Como dije antes de decir lo que dije, nos tardamos mucho en entender que el Distrito Federal debía cambiar en su forma de gobierno y en la forma de su organización gubernativa y social. Siempre lo hacemos al ultimo y esta vez nos tardamos más, pero ya brincamos la piedra y ahora tenemos que responsabilizarnos del diseño de nuestro funcionamiento como una entidad más de la Federación, aunque también es preciosa decir que no será nada fácil dado que la conformación de este nuevo ente depende con mucho de las ganas que tengamos para hacerle frente al destino, ese que hemos construido mal, y que ahora tendremos que reconstruir bien par que dejemos de ser mexicanos de segunda y alcancemos el status de primera.
Después de doscientos seis años de vida independiente, y ciento seis de vida revolucionarios dimos a la tarea de cambiar lo que poco se había cambiado porque decidimos que ya no nos gustaba vivir en un Distrito Federal, que no es otra cosa que un territorio donde la Federación, o séase el cuerpo de hombres y mujeres que manda en el país, tienen sus oficinas. Así vivimos más de doscientos años y hasta ahora nos dimos cuenta que era necesario un cambio de esos que provocan que la identidad se vuelva a diseñar, o séase que dimos con eso que se llama "borrón y cuenta nueva". Resulta que ya no nos llamamos México Distrito Federal como señalara Chava Flores, sino Ciudad de México, Entidad Federativa y Capital Federal.
Así como usted lo lee, así de rimbombante y prosápico, así de alcurnia, porque eso fue declarado ya por la mayor parte de las legislaturas de esta Republica Federal que es México. Ya no nos llamamos México, Distrito Federal, como señalábamos en todas nuestras cartas o referencias de nuestra habitualidad. No más distritritenses, no más chilangos, no más citadinos, porque ahora somos los pobladores de la Ciudad de México, que es una nueva entidad creada para dar paso al fenecimiento del Distrito Federal. La cuestión es que como ya no somos chilangos tampoco sabremos que seremos. Mexicanos, Meshicas, Mexicaneros, o cuantas más cosas se le ocurran al vulgo. De ahí que mientras llegamos a un acuerdo, ahora somos Mexicanos al grito de Mexicas. He dicho. Vale. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.