Desconozco si es o no corrupto el ex gobernador de Coahuila y otrora dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira.
Pero es cierto que al menos huele a sospecha, a una excesiva sospecha que usó dinero público con fines políticos particulares y que incluso fue un baluarte financiero con cargas al erario de Coahuila para Enrique Peña Nieto cuando éste aspiraba a asumir la jefatura del ejecutivo federal.
Moreira, como sabemos, regresó a México apenas la justicia española le devolvió su pasaporte y le abrió las rejas de un penal, en otra libertad bajo sospecha y que se cree fue posible gracias al poder presidencial de Peña Nieto.
Recién la víspera, la Fiscalía Anticorrupción española interpuso un recurso para impedir que se archive la investigación en contra de Moreira por los delitos de blanqueo y malversación de capitales. Ambas son acusaciones graves, pero en México la Procuraduría General de la República ya dio carpetazo al asunto.
La decisión de la Fiscalía española siguió al sobreseimiento provisional emitido por el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz,, quien consideró que los delitos imputados a Moreira y que motivaron su detención en enero último no estaban debidamente justificados.
Ulrich Richter, abogado de Moreira, sostiene que el nuevo recurso legal interpuesto por la autoridad anticorrupción española "quiere que se mande una carta rogatoria a México para que se investiguen las empresas del señor Moreira. Pero resulta que esas empresas no existen, según una investigación del diario Reforma.
En 2013 la justicia estadounidense, que investigaba a Moreira por blanqueo y malversación, pidió colaboración a la española.
Entre los hechos que sugieren corrupción a raudales destaca el crecimiento de la deuda pública de Coahuila durante el gobierno de Moreira, que pasó de unos 15 millones de dólares a 2.700 millones de dólares.
Otro hecho que acentúa la sospecha es que funcionarios del gobierno de Moreira fueron acusados en Estados Unidos de corrupción.
Entre éstos destaca al ex titular del Servicio de Administración Tributaria de Coahuila, Héctor Javier Villarreal, quien fue detenido en Texas y liberado a finales de 2014 después de reconocer los delitos que le imputó la justicia estadunidense.
El ex gobernador interino Jorge Torres, también acusado por Estados Unidos, está prófugo. Ambos están acusados en aquel país de fraude financiero y lavado de al menos 40 millones de dólares.
Entre los escasos defensores de Moreira aparece Armando Armando Fuentes Aguirre, el famoso Catón.
“Jamás diré yo mal de Humberto Moreira Valdés. Es mi amigo; lo ha sido desde que él era joven y yo aún no tan viejo”, escribió Catón, quien abundó en explicaciones para justificar la defensa del político coahuilense.
Así las cosas, pero la sospecha permanece y hay hechos que la refuerzan. Mas todavía los mexicanos carecemos de un sistema judicial y político lo suficientemente fuerte para desentrañar la verdad y esto me parece que es todavía peor. (fin)