Me cae que cuando me em pu tesh ko no tengo empacho en mandar a freír espárragos a cualquier sujeto o sujetoide que amenace a este maravillosos país y a su bendita gente que siempre me ha tratado a las mil maravillas porque me he sabido ganar su respeto y aprecio por el trabajo que realizó de orientar a La Republica en los asuntos que son torales para la convivencia de todos los que nos preciamos de ser orgullosos mexicanos y buenos ciudadanos para seguir engrandeciendo a esta noble patria que nos cobija y nos aglutina en un destino común que diseñamos día con día dando muestra de entrega y disposición para servir a quienes merecen ser servidos con la prestancia y dedicación porque debemos formar parte de ese leal pueblo que hoy y siempre tendrá mi perseverancia para hacer grande su destino.
Una vez reunida la perorata que acabo de entregar en líneas pasadas, porque hay que orientar discursivamente a la patria a la que pertenecemos, y eso hago con disposición, entrega, responsabilidad y honorabilidad, porque también hay que señalar que quien no es honorable no merece estar en las brillantes páginas de esa historia que estamos escribiendo un día sí y otro también. Los mexicanos de esta hora sabemos lo que conviene a esta noble tierra, y distinguimos lo que hacen quienes quieren vernos como esclavos de las dictaduras de esas izquierdas trasnochadas que representan personajes como Emilio Álvarez de Icaza.
Y no es que tenga yo algo personal contra este personaje, pero no le voy a permitir que se pase de verdolaga con su tendencia de querer tener como rehenes a todos los mexicanos con su mendiga forma de conducir esa parte que le corresponde de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Que quede claro que no le voy a permitir que dude de la honorabilidad de esta patria por la que estoy dispuesto a desollarlos vivos y a ponerle Chile piquín a cada uno cuando aparezcan como muñecos de libro de ciencias naturales con las venas y nervios por todos lados. Que no me busquen las cosquillas.
Lo digo claro y preciso, en este país no toleramos a los impostores que se dicen que son expertos y lo único que demuestran es su capacidad de insidia para que nos enfrentemos los unos a los otros. El Grupo de Idiotas Estupidos e Imbeciles piensan que pueden venir a engañarnos entregándonos cuentas de vidrio con su putrefacta investigación que solamente demuestra su mendigo interés de colocarnos contra la pared porque pertenecen a un organismo internacional. Qué se vayan al carajo, porque quienes tuvieron la culpa,de lo que pasó con los normalistas de Ayotzinapa fueron los perredistas que gobernaban Guerrero e Iguala, que por cierto son iguales de mendigos que los del GIEI. Por mí se pueden largar mucho para la tiznada y no regresar ni por el cambio porque ya me tienen hasta la mádere y si me los encuentro les entro a golpes para que vean cómo los llevo a patadas hasta la frontera. He dicho y punto. Vale. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.