Muchas son las preguntas que se hacen desde los expertos hasta los ciudadanos de a pie sobre el debate alrededor del consumo medicinal y despenalización de la mariguana, sobre los beneficios de dejar de ver a este mercado como una guerra en despoblado, para analizar sus ventajas pasando por el tema de libertades de las personas sobre su decisión de consumirla o no.
El primer acierto es dejar de ver a éste mercado como un tema que debe ser resuelto a través de políticas públicas como si se tratase de una guerra, ya vimos el saldo que ésta arrojó en el pasado y no nos fue bien.
El segundo aspecto es que le entramos de lleno al tema, lo estamos discutiendo como un asunto que parte de la demanda, esto es, que hay una necesidad de su consumo medicinal y con fines recreativos.
El debate tiene aristas sociales, jurídicas, de salud personal, económicas y hasta filosóficas acerca de las libertades que la acompañan, pero sin duda de aprobarse la propuesta realizada por el Presidente de la República, uno de sus beneficios inmediatos será que muchas personas que hoy se encuentran detenidas por posesión simple de mariguana podrán alcanzar la libertad por los efectos retroactivos que tendría al despenalizar su posesión -tan sólo entre 2009 y 2013 fueron detenidas alrededor de 140 mil personas por posesión, de las cuales 87 pertenecen a posesión simple- teniendo como efecto un desahogo necesario dentro de las saturadas cárceles en el país, le estaríamos generando una verdadera oportunidad a los cientos de personas que están detenidas por estas razones.
Se dejará de ver a un consumidor como un criminal, podremos generar un ingreso a las arcas del erario vía impuestos por su consumo, se reduciría el narcomenudeo –que por cierto, muchas de las autoridades de locales saben dónde están y quiénes son- estaríamos reduciendo actos de corrupción, pero siempre acompañada de una verdadera campaña de comunicación a la población a fin de que conozcan los efectos sobre la salud y se tomen decisiones con información precisa y objetiva.
México está en la ruta de demostrarle al mundo y a sí mismo, que tiene la capacidad de determinarse, de cambiar la manera de concebir a la seguridad nacional, de cambiar las armas por políticas públicas que beneficien a lugares enteros, a generaciones que desde que han nacido sólo han vivido esquivando balas y a veces siendo víctimas de una guerra que no ha tenido sentido.
La despenalización y el uso medicinal de la mariguana no es un tema sencillo, pero al menos ya quedó demostrado que no es con más armas y un despliegue de elementos de seguridad como debe de combatirse, es más bien a través de un debate abierto, informado y con propuestas que estén a la altura de su mercado, en muchas partes del mundo ya nos han puesto el ejemplo, es el turno de México. Facebook: Page/LuisDavidFernándezAraya
*El Autor es Economista y Doctor en Finanzas, Profesor Investigador de Varias Instituciones Públicas, Privadas y Funcionario Público.