Mancera y sus lloriqueos por la cueva de Alibabá

puntales

* Lluvias inundan la pésima planeación urbana

* Vivienda, los fantasmas del pasado

Ahora resulta que el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, es el gran defensor incondicional de la ciudad y el único, según él, que ha hecho la tarea en materia de protección al ambiente en la capital del país.

Y es que ante el cierre de los Verificentros (auténticas cuevas de Alibabá), por orden de la Procuraduría Federal del Medio Ambiente, se ha quejado amargamente ante los medios de comunicación por las acciones de la Profepa y porque  no ha podido reunirse con el Presidente Enrique Peña Nieto para tratar el asunto. Lloriquea ante las cámaras de televisión, acusa y presupone un complot político en su contra al calificar de indebidas la acciones de la Profepa, entre otras cosas.                                                    

La nueva forma de verificación tendría que supervisar que todos los sistemas OBD, Sistema de Diagnóstico a bordo en vehículos, tuvieran los implementos para esta nueva forma de medir las emisiones.

Sin embargo, lo anterior no sucede y los autos, aun los nuevos no pasan la lectura, porque aparentemente los OBD se activan hasta que el auto recorre mil kilómetros, lo que ocasiona sólo la activación de tres de las cinco lecturas, por lo tanto los vehículos nuevos serán rechazados y sus dueños estarán más que enfadados.

Este asunto va más allá de la contaminación ambiental, pues Mancera Espinosa mantiene la ilusión de ser candidato a la Presidencia de la Republica  en el 2018, y más ahora que su incondicional Alejandra Barrales es presidenta del PRD, de quien se dice Mancera apoyó y catapultó para ocupar el puesto.

Pero su autodestapada candidatura está en duda por toda la serie de acciones equivocadas y torpezas que ha realizado en su administración, lo que  ha repercutido en su decadente “popularidad” y dudamos muchos que salga bien librado de los tres años que le restan al frente de la compleja capital del país, pues el pleito entre la Profepa y el ejecutivo citadino, ya se volvió federal y mientras son peras o manzanas todos los ciudadanos pagarán las consecuencias.

Lluvias inundan la pésima planeación urbana

Hasta cuándo las autoridades capitalinas harán su trabajo como debe de ser?. Digo esto porque cada temporada de lluvias siempre es lo mismo, se inunda la ciudad y no sólo por el exceso de lluvia, sino por la falta de prevención, pues se sabe que son insuficientes los drenajes en la Ciudad de México, además de tener una red muy vieja y sobre todo, no contar con un desarrollo urbano adecuado.

Precisamente, la pésima planeación urbana permite que se desarrollen en la Ciudad de México más asentamientos humanos en zonas aledañas a los cuerpos de agua sin contar con una adecuada infraestructura de drenajes, trayendo consigo problemas de inundaciones cuando llueve en exceso o bien, se desborda una corriente.

De igual forma se ha incrementado el número de personas que viven o trabajan en zonas que originalmente formaban parte de algún cauce o eran basureros y zonas de minas, como en el caso de Santa Fe, esta irregularidad provoca desastres materiales y en el peor de los casos humanos.

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*Periodista. Director de la Revista Hábitat Mx