En el marco de la XX Asamblea Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la gran batalla interna que enfrentará el priísmo será decidir si modifican los estatutos internos con el objetivo de que un ciudadano simpatizante pero no militante afiliado al tricolor pueda ser el candidato a la Presidencia de la República.
Ésta es la discusión más álgida en todas las tribunas y grupos del partido, y que se ha vuelto el estandarte de algunos rumbo a la próxima asamblea priísta que se efectuará los primeros días de agosto.
Lo cierto es que, según las encuestas nacionales, al PRI no le alcanza por si sólo para mantenerse en el poder en el 2018 y será necesario ir en alianza con otras fuerzas políticas y con un amplio sector ciudadano que no casa con ningún partido para poner obtener la primera magistratura del país.
Ahí son ya muchas las voces que insisten en abrir los candados internos para que el PRI pueda postular a un “Ciudadano Simpatizante” a la candidatura presidencial y ser más competitivo rumbo al 2018. Contrario a esto, existen otros sectores que están en contra de dicha propuesta y buscan a toda costa que el aspirante presidencial surja de las filas priístas y no de la sociedad civil.
La realidad del partido que se encuentra actualmente en el poder es que tendrán que decidir muy bien cómo enfrentarán el 2018, ya que no será una aduana fácil y si hay división interna será muy difícil retener la presidencia, sea con un priista de hueso colorado o con un ciudadano simpatizante, aunque éste goce de buena reputación y cartas credenciales. Por eso, la decisión del próximo mes de agosto en la Asamblea Nacional es de vital importancia pues una ruptura pondría en la lona a los priístas.
En cambio, si salen unidos y con una visión conjunta, ya sea con un priista probado y querido por la militancia o abriendo los candados a un simpatizante reconocido por la sociedad, podría poner al tricolor de vuelta en las preferencias electorales.
El secreto está en que los militantes no sientan que les están imponiendo un candidato, por el contrario; es necesario que se logre plasmar en los documentos básicos el suelo parejo para que en caso de que un ciudadano simpatizante busque la candidatura no lleve ventajas sobre un militante.
Si se ponen claras las reglas del juego en la asamblea, estoy seguro de que el PRI saldrá en agosto más fuerte y unido que nunca, y que cualquiera de los aspirantes que abandere el proyecto, tendrá muchas posibilidades de ser el próximo Presidente de México.
Es claro que al partido en el poder le sobran tiradores de gran nivel y reconocimiento, llámense Miguel Ángel Osorio Chong, Manlio Fabio Beltrones, José Calzada Rovirosa, Eruviel Ávila Villegas, José Narro Robles, Enrique de la Madrid, Aurelio Nuño Mayer y, sin ser militante, José Antonio Meade Kuribreña, quien es una gran carta con la que podrían jugar y tener amplias posibilidades de ganar; es por eso que los priístas deben concentrarse en salir unidos y conformes de su asamblea, y lo demás llegará sólo.
Maestrante en Alta Dirección de Gobierno y Políticas Publicas
Ex Candidato a Diputado Federal del PRI en la CDMX
Twitter: @ESTEBAN_RUIZ_C