Aguililla: balazos, no abrazos

GABINETE DE SEGURIDAD PÚBLICA:

Cuando los políticos creen saber todo,  se creen aptos para todo  y pierden conciencia de su ineptitud.

Eligio Ayala

Aguililla se localiza en Michoacán. Apenas tiene 9 mil habitantes y, por lo menos desde hace dos años, suele atraer es la atención de los medios nacionales e internacionales. Seguramente a ustedes han llegado noticias de Aguililla.

            Ahí no hay vestigios arqueológicos o coloniales de renombre; Aguililla debe su fama al crimen organizado que lo rodea.

            Teniendo al cura  Gilberto Vergara García  como una suerte de vocero, los de Aguililla presentó un pliego petitorio dirigido al presidente. En la mañanera del 7 de julio,  Andrés Manuel López Obrador  les envío un cálido mensaje.

            No se dejen arrastrar por quienes tienen otros intereses , exhortó a  AMLO  a los pobladores. Pues, ¿qué creen, señores? La situación es al revés. El crimen organizado ha llegado a Aguililla para sacar a la gente de sus hogares o sus terrenos. Con lo puesto ya cualquier hora del día tienen que irse o atenerse a las consecuencias. A la fecha hay alrededor de mil 500 desplazados que dejaron literalmente todo atrás, incluidas las tumbas de sus parientes asesinados.

            Que todos actúen de manera responsable  en este conflicto, recomendó el presidente. No estoy seguro de que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cárteles Unidos y los resabios de las autodefensas gocen de tal ánimo. Tal vez el Centro Nacional de Inteligencia no le ha informado que las bandas están en disputa y sus asuntos los arreglan a balazos, no a abrazos.

            La población civil es un mero daño colateral en este pleito. Resulta que Aguililla está en la ruta que conecta la sierra con la costa jaliciense, lo que la hace una zona estratégica para el cultivo y trasiego de drogas, así como para la explotación ilegal de hierro y madera. Versátiles que son estos muchachos del crimen organizado.

            Van a llegar servidores públicos para ayudar ( y llevar a cabo ) un programa integral en Aguililla,  aseguró el presidente. No veo cómo, pues un día sí y otro también, los cárteles “trocean” los caminos para evitar el avance del grupo rival. Lo malo es que la gente no puede obtener alimentos, ni sacar sus escasas cosechas.

            Según dicen los pobladores, el Ejército tiene un cuartel muy cerca y no es mucho lo que hace por contener –ya no digamos detener — a los criminales. ¿Será por respeto a la tierra natal del inefable Nemesio Oseguera, “El Mencho”, líder del CJNG?

            En la lucha de las bandas, no debe estar el pueblo,  expresó AMLO. ¡Cuánta razón tiene! Pero miren, señores, lo que pasa es que luego la gente no se fija y se atraviesa en las balaceras o no quieren ceder sus casas a las bandas. Impertinentes que se ponen estos pobladores.

            No es nada más el daño a la población civil, también es el daño a los integrantes de las bandas , advirtió el presidente. No creo que los de Aguililla compartan el cristiano sentimiento de  AMLO , pues las bandas han matado a sus hijos, hermanos y padres; agarran parejo y sin pena.

            Los del CJNG tampoco y muy preocupados por lo que les pase, pues pasean por Aguililla con el rostro descubierto, en vehículos reforzados, bien armados y uniformados. Han de sentirse seguros de su territorio.

            Ya para terminar, les cuento que un muy hábil colega del periódico  El País  preguntó al cura  Vergara  cómo sería Aguililla si fuera persona. El sacerdote contestó:  Es una persona jovial y con muchas posibilidades. Pero le dio cáncer.

            Y bueno, ya sabemos lo que pasa en México con los enfermos de cáncer.

Investigación: Upa Ruiz   This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

           

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