El sensacionalismo de la prensa

opinión

Hace días el alumbramiento de dos mujeres –una en el jardín de un hospital en Oaxaca y la otra en un pasillo de un nosocomio poblano– conmovieron a la opinión pública. Los noticieros hicieron énfasis en la negligencia de los médicos y en la pobre atención y calidad de hospitales públicos.

Sin duda son problemas reales. Pero antes de linchar al sistema hospitalario público y a los médicos cabe identificar la problemática: ¿por qué ocurren estos sucesos? ¿Por qué muchas mujeres alumbran en un taxi, en el transporte público o cualquier otro lugar distinto a un quirófano de hospital? ¿También es responsabilidad y negligencia médica? ¿Cuál es la falla? Creo que este tipo de casos brinda una oportunidad para analizar el problema e intentar resolverlo. Asimismo, cabe preguntar, ¿qué función juegan en esto los medios?
Las causas que pueden estar relacionadas con un alumbramiento en los alrededores de un hospital son de diversa índole, que pueden ir desde un efectivo descuido del personal médico, la desinformación de la paciente, un cálculo inapropiado del tiempo de embarazo y la falta de un riguroso control del proceso de gestación, un incidente de la futura madre, etcétera. Para llegar a una conclusión es menester revisar todo el proceso de gestación. Es frecuente que las pacientes no acudan a las revisiones periódicas que le prescribe su médico, ya sea porque se sienten bien o por descuido. Igualmente pueden influir diversos errores médicos. Entonces, ¿a qué clase de problema se está enfrentando? Este fenómeno nos habla de la necesidad de revisar todo el proceso médico y de la conveniencia de profesionalizar a los medios de comunicación.
Prevenir asuntos tan enojosos implica revisar la capacitación y la sensibilización del personal médico y paramédico. A su vez, se requiere mantener una campaña informativa para hacer conciencia en las embarazadas de la necesidad de acudir a las revisiones periódicas que le prescribe su médico tratante. Los medios de comunicación suelen ignorar todo esto. A ellos sólo importa la noticia que causa sensación. Este proceder induce a tener una visión binaria de las cosas: o son buenas (que si es el caso pocas veces suelen ser noticia) o son malas y entonces se hace escándalo para vender. Es así como se crean presuntos culpables –que los puede haber. El maniqueísmo no ayuda a corregir un problema sino a encubrirlo. El proceso involucra al médico, al paciente y al informante: la salud es una responsabilidad compartida.